Washington – El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial inauguraron este lunes sus reuniones de primavera en Washington, una semana en la que se analizará la situación económica global y los retos de estos tiempos “de gran incertidumbre”.
Así los describió en un evento virtual la directora1 del FMI, Kristalina Georgieva: “Estamos en un momento de gran incertidumbre, la recuperación que tanto esperamos, una recuperación sólida, aún es un poco difícil de alcanzar”, afirmó en una charla junto al presidente del BM, David Malpass.
La reestructuración de la deuda o las consecuencias de las subidas de tipos de interés llevadas a cabo por los reguladores para contener la inflación serán dos de los principales temas que se tratarán estos días en las distintas mesas de debate y reuniones de alto nivel en las que participarán ministros y otras autoridades económicas.
Aunque estas reuniones, afirmó Georgieva, también “son una oportunidad para que no solo hablemos sobre las prioridades inmediatas de restablecer la estabilidad de precios y salvaguardar la estabilidad financiera”, sino también sobre las perspectivas de crecimiento a largo plazo para los países de bajos ingresos, precisó.
Este martes el FMI presentará una actualización de sus perspectivas económicas y según adelantó Georgieva, a pesar de la resistencia del consumo en Estados Unidos y de la mejora de China tras su reapertura, “el crecimiento global se mantendrá por debajo del 3 %”. “Y lo que es más preocupante, se mantendría alrededor del 3% durante los próximos cinco años”, añadió.
“Eso no nos da grandes esperanzas de satisfacer las aspiraciones de las personas, especialmente de los pobres en todo el mundo y, lo que es más importante, de las personas pobres de los países pobres”, añadió.
En este contexto hay varios retos que afrontar como el crecimiento “divergente” que supone que los mercados emergentes (China e India, sobre todo) “lo están haciendo mejor”, pero “para los mercados fronterizos de los países pobres, el futuro no es tan brillante”.
Por otro lado, como consecuencia de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y también por la guerra de Ucrania, la fragmentación geopolítica “se está profundizando”.
“Hemos realizado una investigación en el FMI que muestra que solo el costo de la fragmentación del comercio puede llegar al 7 % del PIB mundial a lo largo de los años”, señaló Georgieva.
A este respecto, David Malpass recordó que “el comercio es vital para la productividad en el mundo” y consideró “preocupante” que la globalización “se descomponga en bloques regionales o bloques proteccionistas”.
“En este momento, esa es la dirección en la que viaja el mundo, hacia detener la globalización y revertirla”, afirmó el presidente del Banco Mundial.
Otro de los principales retos que van a tratarse, agregó Malpass, es el nuevo paradigma financiero derivado del fin de las tasas de interés a tipo 0 y ede fectos colaterales como las quiebras bancarias de entidades como el estadounidense Silicon Valley.
Según apuntó Georgieva, “los bancos centrales tienen una preocupación por reducir la inflación y es primordial porque sin estabilidad de precios no hay una base sólida para las inversiones y el crecimiento” pero “su trabajo se ha vuelto más complicado debido a la exposición de vulnerabilidades en el sector financiero”.
En su intervención, la directora gerente del FMI quiso traer “un elemento de positivismo”: “Sí, es un momento muy difícil, pero si miramos hacia atrás, a lo que hemos logrado en los últimos tres años, es mucho”.
Estas serán las últimas reuniones para Malpass, quien anunció hace unas semanas que a finales de junio abandonará su cargo para afrontar otros retos profesionales.