Washington – Los congresistas Joaquín Castro y Greg Casar, demócratas de Texas, dispusieron este viernes una asignación de más de 38 millones de dólares en fondos de emergencia para atender las necesidades de las familias migrantes en San Antonio.
Las autoridades en la frontera sur de Estados Unidos se preparan para el posible arribo de decenas de miles de migrantes después de que el 11 de mayo terminen las restricciones migratorias impuestas por la emergencia de salud derivada de la pandemia de covid-19.
Desde marzo de 2020 y en razón de esa emergencia, el Gobierno de Estados Unidos ha aplicado la norma sanitaria conocida como Título 42 para la expulsión expedita de cientos de miles de migrantes.
En abril pasado más de 12.000 migrantes fueron atendidos en el Centro de Recursos del Migrante, operado por Caridades Católicas junto con la alcaldía de San Antonio, y se espera que allí aumenten las necesidades después del fin del Título 42.
Los dos miembros de la Cámara de Representantes del Congreso federal canalizaron la ayuda con fondos del Programa de Albergue y Alimentos de la Agencia de Gestión de Emergencias, que incluyen 31,9 millones de dólares para Caridades Católicas de San Antonio.
La municipalidad de esa ciudad recibirá 4,7 millones de dólares, y otros 1,5 millones de se destinarán a la organización sin fines de lucro United Way, de San Antonio.
“En años recientes San Antonio ha sido un modelo para la nación por la forma en que tratamos a los migrantes”, dijo Castro en un comunicado. “Al prepararnos para el fin del Título 42 hemos trabajado estrechamente con el Gobierno de (el presidente Joe) Biden para enfatizar la necesidad de recursos adicionales para apoyar la respuesta a la migración”.
Por su parte Casar dijo que “quienes piden asilo huyen de la violencia y las catástrofes, y hemos trabajado para acelerar esta financiación y asegurar que la gente reciba una bienvenida en nuestra comunidad de manera segura, ordenada y legal”.