Isla de Lesbos.- La ONG vasca Zaporeak ha pedido ayuda «al pueblo vasco» para poder alimentar a los mil refugiados del campo de Lesbos a los que ahora no llegan las raciones de comida que cada día entrega esta organización guipuzcoana a 2.200 refugiados de este campo, el mayor de Europa.
La consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, concluye este sábado su viaje de tres días a la isla griega de Lesbos, donde ha conocido de primera mano la realidad de los campos de refugiados y la labor humanitaria que desarrolla tras sus muros Zaporeak.
Esta organización cocina y empaqueta cada día 2.200 raciones de comida y las reparte entre los refugiados del campo de Kara Tepe II, donde viven alrededor de 3.200 personas.
«Las matemáticas son las que son, hay mil personas a las que no llegamos. Queremos llegar a todos y para eso necesitamos financiación», ha explicado a los periodistas la responsable de Zaporeak, Helena Ruiz de Azua.
«Necesitamos ayuda del pueblo vasco porque los gastos son cada día más grandes y si aumentamos a 3.000 (las raciones diarias) sería muchísimo más dinero», ha añadido el fundador de la ONG, Peio García Amiano, que agrega: «Toda ayuda será bienvenida».
Además de aumentar el número de raciones, Zaporeak está inmerso en otro proyecto: sustituir los envases desechables de aluminio en los que ahora reparte su comida por unos reutilizables de acero inoxidable, lo que causa un menor impacto en el medio ambiente.
El dinero que cuestan los actuales envases de aluminio (7.500 euros mensuales), ha expuesto García Amiano, se destinaría a «dar de comer a los 3.000 refugiados del campo y mejorar la comida», ya que se podrían incluir más raciones de pollo por semana en lugar de una sola, como ocurre ahora.
Se trataría en definitiva de «llegar a todos y darles un comida todavía más digna», pero para ello Zaporeak necesita «la ayuda del pueblo vasco», ha rogado este donostiarra, que ha agradecido a la consejera el apoyo del Gobierno Vasco en los últimos años y el espaldarazo que supone su visita a Lesbos.
También Melgosa se ha sumado al llamamiento a la «solidaridad» de los vascos, a los que ha animado a hacer donaciones para que Zaporeak pueda continuar atendiendo a los refugiados que cada día llegan a las costas de Lesbos huyendo de sus países.
De hecho, en su visita a Grecia ha perseguido «respaldar» a la ONG ante las instituciones locales para que «pueda seguir trabajando con legitimidad» en el campo de Kara Tepe II, que la consejera ha tenido oportunidad de visitar durante su estancia en el país heleno.
En estos días, Melgosa se ha reunido con Stratis Kytelis, el alcalde de Mitilene, la principal ciudad de Lesbos, y con el director del campo, Dimitrios Kantemnidis, a los que ha presentado el Pacto Vasco de Migración y les ha comunicado que «hay otra forma de trabajar el proceso de acogida» alternativo a los campos de refugiados.
También les ha transmitido la necesidad de crear «corredores seguros» para las personas desplazadas, porque «no son mercancías», sino que «tienen derechos», ha dicho la consejera a los medios de comunicación en este último día de su viaje a Grecia.
«No puede ser que en pleno siglo XXI estemos en esta situación que hemos visto estos días», ha añadido Megosa.