Tegucigalpa (Especial por Ronald Ordóñez) – Johanelys Meilin Morales Rodríguez, de siete años y de nacionalidad venezolana, es una de los más de 41 mil menores de edad que este año han transitado por Honduras en su travesía hacia Norteamérica.
– En el año 2022, 92 niños murieron o desaparecieron en algún punto de la ruta migratoria, según Unicef.
-Los miles de menores que cruzan el Darién deben afrontar una serie de retos, uno de ellos sortear los cadáveres que yacen en la selva.
-A su llegada a Honduras los migrantes pueden solicitar ayuda psicológica, pero este es un lujo que no se pueden permitir ya que sus planes son avanzar de la forma más rápida posible hacia su objetivo, comúnmente Estados Unidos.
-Hasta agosto de 2023, se han brindado por parte de MSF más de 8 mil intervenciones de salud mental y más de 15 mil 478 atenciones médicas a migrantes que llegan a Honduras.
También es una de las 40 mil niñas y niños que en el primer semestre de 2023 han cruzado la selva del Darién que conecta vía terrestre a Colombia y Panamá.
A su paso por la temible y peligrosa selva se topó con un cadáver, en su imaginario un zombie, que ahora acecha en sus sueños. Tal cual si fuera una escena de película de Hollywood, pero cada vez que despierta se da cuenta que no es así, su madre sabe que se trata de un trauma y aunque aceptó que necesita ayuda no puede poner pausa a su objetivo de llegar hasta Estados Unidos.
Decenas de personas han perdido la vida al tratar de cruzar la selva, sus cuerpos yacen olvidados y forma parte de las escenas que a diario los migrantes deben ver en su tránsito por este punto fronterizo.
Aunque existe ayuda humanitaria, no existe una verdadera intervención de los gobiernos en este punto fronterizo donde predomina la ley del más fuerte.
Los menores son los más perjudicados con las condiciones inhumanas y como fue el caso de Johanelys toparse con un cadáver que ahora se convirtió en un trauma que no le permite descansar en su ya pesada travesía.
“Los zombies vienen por mí”
Con la autorización de su madre, Doreny Rodríguez, Proceso Digital conversó con esta pequeña migrante que narró aquel inolvidable día en que miró “un muerto en la carpa”.
Sentí miedo, expresó la pequeña ante los micrófonos de este medio de comunicación que trasladó su equipo periodístico a la ciudad de Danlí, oriente de Honduras, donde se suscita una crisis migratoria inédita a causa de la llegada de miles de migrantes, 18 mil 380 solo en el último mes, según estadísticas de Médicos Sin Fronteras (MSF) que presta asistencia a los migrantes en su travesía hacia México y Estados Unidos.
“Sueño que los muertos se levantan… tengo miedo”, narró la pequeña, que como miles de niños solo siguen los pasos de sus padres quienes se vieron en la necesidad de emigrar en busca de mejores oportunidades para ellos y sus hijos, un ciclo sin fin en los flujos migratorios irregulares.
Su madre recordó que la pequeña se puso pálida con sus labios blancos y corrió hacia ella.
Narró que la pequeña se adelantó y observó una carpa, lo que en su mente sería un refugio o un lugar de descanso, pero en su interior había el cadáver de un hombre.
La niña se paralizó, pero el problema es ahora, ya no puede dormir ya que en su imaginario es un zombie que cobra vida en sus sueños.
La desesperada aceptó que necesita ayuda psicológica pero también asimiló que es un lujo que no puede darse en su ruta hacia Estados Unidos.
La madre pidió perdón a Dios y a su hija por lo que ahora debe afrontar, un trauma que quizás le acompañará por un largo tiempo, ya que sabe ella fue quien decidió emigrar desde su natal Venezuela, donde según sus palabras no tiene nada y no puede aspirar a darles una vida digna a sus hijos.
Esta madre, que viaja con cuatro menores, tardó más de un mes para llegar hasta Honduras desde Colombia, su travesía por el Darién se prolongó por más de tres días ya que debía avanzar al paso que marcaran sus hijos.
Crisis inédita
La llegada masiva de migrantes a Honduras, la mayoría de nacionalidad venezolana, lo que colige que han tenido que cruzar el Darién, ha sido descrita por el organismo Internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) como una crisis migratoria inédita en la región.
Una cifra histórica de migrantes con necesidades humanitarias y atención médica desencadena una crisis migratoria en Danlí, Honduras La crisis migratoria regional se intensificó en el último mes con más de 18,380 personas migrantes transitando en el municipio de Danlí, uno de los puntos fronterizos entre Honduras y Nicaragua, indicó el organismo en un comunicado enviado a Proceso Digital.
En el último mes, en el municipio de Danlí, ubicado a una hora de la frontera con Nicaragua, han transitado más de 18 mil 380 personas migrantes. Esta cifra histórica refleja una crisis migratoria inédita en la región, detalló el organismo internacional.
“Pese a la presencia de diferentes organizaciones humanitarias y a la respuesta gubernamental, la asistencia está siendo insuficiente para cubrir las múltiples necesidades médicas, económicas, de estancia y de agua y saneamiento de las personas que transitan por el país”, aseguró Christoph Jankhöfer, coordinador de proyecto de MSF.
Estar vigilantes
De su lado, La coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), Elsy Reyes, advirtió de los riesgos en los que se encuentran los niños, niñas y mujeres que están en los flujos migratorios, principalmente cuando estos pasan por “puntos ciegos” o no controlados por las autoridades y, consecuentemente, no hay protección del Estado.
Reyes exhortó a las autoridades hondureñas a estar más vigilantes, hacer visitas, monitoreo y estar alertas para prevenir la trata de personas que se pueden dar en ese contexto de los flujos migratorios masivos dentro del territorio nacional.
Se estima que de los 248 mil 61 migrantes irregulares que transitaron por territorio hondureño entre enero y agosto del 2023, alrededor de 16 mil 842 son niñas, 24 mil 322 niños y 59 mil 941 mujeres que representan el 41% de la migración en tránsito por el país centroamericano.
40 mil menores cruzaron el Darién
De acuerdo al informe «La cara cambiante de la emigración en Latinoamérica y el Caribe: una región como ninguna otra», presentado en Nueva York por Gary Conille, director regional de Unicef, una cantidad récord de 40 mil niños ha cruzado en la primera mitad de 2023 la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, en un movimiento migratorio que realizan solos o con sus familias.
El informe destaca que la migración irregular expone a los niños a numerosos peligros y situaciones traumáticas: riesgo de explotación sexual y tráfico -especialmente cuando son separados de sus madres- y explotación laboral, además de que están perdiendo meses enteros de escolarización o seguimiento médico.
Es oportuno mencionar que la migración infantil es una problemática mundial, pero si en el resto del mundo los niños representan el 13 % de las personas en movimiento, en Latinoamérica y el Caribe son el doble (26 %), por una conjunción de causas como el cambio climático, la violencia callejera o la inestabilidad política.
La odisea para los infantes puede ser de por vida, ya que los traumas como el que ahora persigue a Johanelys Meilin no desaparecerá una vez llegue a su destino.