Chicago (EE.UU.) – Una organización de Indiana (EE.UU.) busca evitar con «buzones» inteligentes para bebés que aquellas madres que no los desean los abandonen en las calles y tengan un lugar en el que anónimamente puedan dejarlos a salvo.
«Safe Haven Baby Boxes» ha puesto al servicio en hospitales, estaciones de bomberos o de la policía estas cajas, parecidas a un buzón, pero que en realidad son una especie de incubadora con sensores que miden la temperatura y avisan cuando se coloca a un bebé en su interior.
Una alarma silenciosa se dispara y avisa a los servicios de emergencia, para que recojan al recién nacido en menos de tres minutos en estos cálidos buzones que están en Indiana, Ohio, Pensilvania y Arkansas, y con planes de extensión a otros estados.
La iniciativa, ideada por Mónica Kelsey en 2016, exintegrante de los bomberos de Indiana y quien fue abandonada por su madre cuando nació, busca evitar la muerte de criaturas dejadas a la intemperie.
Sin embargo, Priscilla Pruitt, portavoz de «Safe Haven Baby Boxes», explicó a Efe que el mayor impacto que han logrado es la posibilidad de hablar a través de una línea de atención con las madres que preguntan sobre las cajas y persuadirlas de mantener a sus bebés.
Estas cajas, veinte en el país, siete de ellas en Indiana, son un «último recurso» para las mujeres desesperadas, precisó Pruitt.
Antes que lleguen a ese extremo, la organización de Kelsey ofrece servicios sociales, ayuda médica y consejería para que no abandonen el niño.
Pruitt dijo que desde el momento en que comenzaron a funcionar las cajas en Indiana se auxiliaron a unas 2.000 madres en crisis y no hubo más niños muertos tras ser abandonados.
En Estados Unidos existe desde 1999 la llamada ley «Safe Haven» que permite que los niños sean entregados en hospitales, estaciones de bomberos y de policía, sin que las madres sean cuestionadas o se arriesguen a ser penalizadas.
Sin embargo, muchas de las que se enfrentan a la realidad de tener que abandonar a sus hijos prefieren no dar la cara y ser reconocidas en el momento de la entrega, y decenas de bebés son encontrados todavía en basureros, portales de edificios o en la propia calle, algunas veces sin vida.
Según la National Safe Haven Alliance, desde que la ley entró en vigencia en Texas, más de 3.600 niños fueron entregados legalmente en todo el país.
Pero también hubo unos 1.500 abandonos ilegales, de los cuales solamente una tercera parte fueron encontrados vivos.
«Es horrible, no solamente la idea de un bebé abandonado, sino además pensar en mujeres o niñas en una situación donde no tienen apoyo social durante el embarazo o el nacimiento», ha manifestado Kelsey.
Esta exparamédica se enteró a los 37 años de edad que ella misma había sido abandonada por su madre, de tan solo 17 años, dos horas después del nacimiento.
«En ese momento se le encendió un fuego en su corazón y decidió luchar para que no hubiera más niños abandonados», declaró Pruitt.
La línea telefónica directa funciona las 24 horas, recibe llamados diarios de mujeres que buscan información sobre las cajas y son atendidas por personal especializado que muchas veces logra hacerlas cambiar de parecer, precisó Pruitt.
«No queremos ayudarlas solamente a acceder a las cajas, sino algo diferente, que tomen una decisión con tranquilidad, desde escoger un plan para criar a sus hijos o inclusive para darlos en adopción», agregó.
En algunos casos las mujeres pueden abandonar a sus bebés, pero se arrepienten a los pocos días y regresan, momento en que «Safe Haven Baby Boxes» interviene para reunirlas con sus hijos, contratando abogados y pagando pruebas de maternidad.
Los recién nacidos que son puestos en los buzones son evaluados médicamente y entregados al Departamento de Servicios Infantiles del estado, donde se registra a las personas interesadas en adoptar o en ser padres de crianza temporal.