Tegucigalpa– La boda de dos jóvenes rurales, trasmitida en vivo por televisión, en la occidental comunidad de La Unión, Lempira, fue un acontecimiento mediático que mantuvo expectantes a una amplia franja de televidentes hondureños, el mediodía de este sábado.
Todo comenzó con una nota informativa trasmitida en los noticieros del canal HCH, cuando una madre acompañada de un joven daba cuenta del delicado estado de salud de una chica, quien injirió un veneno “debido a una decepción amorosa”, según el relato.
La muchacha sobrevivió y el canal no dejó la información hasta allí, le dio seguimiento hasta generar un evento que este sábado convocó a los espectadores a presenciar la boda entre un labrador y su novia, ya recuperada después de tomar un herbicida que la colocó al borde de la muerte.
En las últimas semanas un equipo de producción televisivo de HCH generó la expectativa tras planificar junto a los contrayentes y las autoridades locales de La Unión todo el aconteciendo del enlace matrimonial. Patrocinadores televisivos y donantes de buena voluntad proveyeron a los novios de innumerables regalos para contribuir con el nuevo hogar.
Desde obsequios personales, pequeños emprendimientos hasta un terreno para edificar su casa, fueron donados a la pareja que vive en uno de los municipios hondureños con población indígena, altos niveles de pobreza y donde más de 15 mil habitantes sobreviven esencialmente de la agricultura y el cultivo de café.
En ese contexto, este sábado los novios, su cortejo nupcial, las autoridades locales e incluso alcaldes invitados de la región, participaron en el espectáculo televisivo que también desbordó las redes sociales. El hecho también marca un espacio diferente en la comunicación hondureña en la que se muestra la empatía de la población, que, en La Unión, acudió masivamente a festejar la boda. En la trasmisión se observaban cientos de jóvenes que en medio de la ruralidad hacían fotografías y videos con sus modernos dispositivos móviles, mientras los animadores de HCH daban a conocer el programa de la boda con todo un protocolo organizado y planificado minuciosamente.
Desde la llegada del novio, los padrinos, las damas de honor, los pajes y las floristas hasta la entrada de la novia con las notas de la marcha nupcial, enmarcaron el aconteciendo.
Todos vestían impecables, atrás quedaron sus ropas modestas, acostumbradas en el entorno local.
La funcionaria municipal que realizó el casamiento pidió a la novia pedir perdón y mostrarse arrepentimiento por su intento de suicidio, a lo que la muchacha tímidamente asintió. Luego se leyeron los artículos de ley, previo a declararlos esposos. Ellos se besaron innumerables veces hasta satisfacer las necesidades de los productores televisivos y aficionados.
Luego de los besos, hubo lanzamiento de ramo y de liga. Herminio y Wendy, los novios, vivían junto a la audiencia una historia ostentosa e inimaginable en sus vidas y en sus pobres hogares, enmedio de un marco mediático desbordante.
La boda de José Herminio Juárez Barrientos y Wendy Lizeth Romero Tejeda se convirtió así en uno de los eventos con mayor sintonía a través del canal HCH y sus redes sociales.
Herminio, trascendió a los medios al ser entrevistado en la emergencia del hospital donde Wendy estaba interna tras tomar el herbicida, su pobre castellano y su falta de dicción le hicieron objeto de burlas y memes en las redes sociales, pero ese fue el “gancho” para que la historia mediática que cerró este sábado llegara a tales niveles de interés público, en una tendencia televisiva donde las comunicaciones adquieren nuevos matices de una franja de espectadores ávidos del espectáculo.