Tegucigalpa – A escasos 34 días para que concluya la concesión de las cuatro terminales aéreas y en medio de la pandemia del COVID-19 que ha provocado severos daños a la industria aérea, todavía no se conoce el ente responsable para asumir el control de las terminales Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula, Golosón de La Ceiba y Juan Manuel Gálvez de Roatán, lo que aumenta la incertidumbre sobre el futuro de estas.

-La situación provoca incertidumbre en el manejo del negocio aeroportuario, hecho que ocurre en medio de la pandemia del COVID-19.

El aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa fue entregadoa la operadora Palmerola International Airport (PIA), mientras dicha empresa termina de construir las nuevas instalaciones aeroportuarias en Palmerola, Comayagua, cuya conclusión está prevista para el 2021.

Las cuatro terminales con categoría internacional del país han sido manejadas hasta el momento por Aeropuertos de Honduras, quien se hizo cargo de la concesión por 20 años tras adquirir la misma de la empresa que originalmente ganó la licencia de operación en el 2000.

El nuevo operador, aún desconocido, deberá hacerse cargo de las tres terminales, así como PIA del Toncontín, en medio de la pandemia del coronavirusque ha provocado serios daños a la industria del turismoy en especial de los aeropuertos y las líneas aéreas.

Muchos países cerraron sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas para evitar la propagación del virus, dañando a todo un sector. Muchas líneas aéreas se acogieron a leyes de bancarrotay otras pidieron ayuda financiera a sus gobiernos para evitar el cese de operaciones.

De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), el gremio que aglutina a las líneas aéreas del mundo, solo en Honduras de marzo a julio el sector turismo en Honduras, incluyendo aeropuertos y líneas aéreas, tuvo pérdidas por 25 millones de dólares.

Aunque el gobierno ya aprobó la aperturade vuelos internacionales y nacionales, los mismos operan con niveles reducidos y no está admitida la actividad comercial al interior de las terminales aéreas, otra de las fuentes de ingreso de las concesionarias de aeropuertos.

Propuesta del Cohep

El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) ha propuesto que un ente público no gubernamental, conformado por diferentes gremios empresariales, se hiciera cargo del manejo de las terminales de San Pedro Sula, La Ceiba y Roatán por medio de una Junta Administradora de Transición del Sistema Aeroportuario del sector norte y atlántico del país, la cual no tendría objetivos de lograr ganancias, sino sólo administrar y modernizar dichas instalaciones.

La propuesta fue enviada por Juan Carlos Sikaffy a Martha Doblado, en su condición de presidenta del Consejo Superior de la Alianza Pública-Privada, a cargo de manejar lo relacionado a las concesiones en el ámbito de instalaciones y servicios públicos.

Los empresarios hondureños consideran que las terminales aéreas forman parte del paquete de infraestructura productiva que incide directamente en la competitividad del país para obtener mejor inversión extranjera.

Conformarían dicha junta el propio Cohep, la Federación de Cámaras de Comercio de Honduras (Fedecamaras), la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), las cámaras de comercio de Cortés y Tegucigalpa, cámaras de turismo, buró de convenciones y la Asociación de Maquiladores de Honduras.

Certificaciones

Autoridades de la concesionaria Aeropuertos de Honduras señalaron a Proceso Digital que están listos para entregar la administración de los aeropuertos a quien designe el gobierno como el nuevo responsable.

Recordaron que, durante la gestión de estos, han logrado mejorar la infraestructura y modernizarla, así como mantenerlos operativos normalmente, incluso en el tiempo que lleva la pandemia del COVID-19 para permitir la llegada de vuelos humanitarios, ayuda y otros.

Los responsables de la empresa señalaron que en estos meses la operatividad de las cuatro terminales ha dejado déficit por la falta de actividad de vuelos, así como el comercio. Indicaron que el mantenimiento de estos implica un gasto millonario.

Recordaron que han logrado la certificación de parte de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para los aeropuertos de San Pedro Sula y Roatán a un costo de cinco millones de dólares cada uno.

Indicaron que dicha certificación debe ser renovada anualmente, tarea que deberá realizar el nuevo operador de dichos aeropuertos.

Aeropuertos de Honduras señaló que otra certificación que se mantiene es la ambiental ISO 9001-2015, la cual tiene un costo de 700 mil dólares.

Asimismo, señalaron que se han pagado 3,817 millones de lempiras en canon al gobierno, así como los impuestos establecidos como los municipales, renta, ventas, tasa de seguridad y otros.

Gobierno

Leo CastellónLas autoridades gubernamentales habían llamado a través de la desaparecida Coalianza a una licitación para administrar los tres aeropuertos, pero el cierre de esta evitó que el proceso continuara.

Leo Castellón, a cargo de la Superintendencia de Alianza Pública-Privada (SAAP), ha dicho previamente a la prensa que la opción es que una sociedad especial se haga cargo de las terminales, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Dicha sociedad especial contrataría asesores que acompañen la administración de los tres aeropuertos. Posteriormente se llamaría a otra licitación para entregar la administración de las terminales.

Tiempo

Sectores vinculados al empresariado han señalado que el problema es que se busca otorgar la administración de los aeropuertos por dos años en este tiempo, lo que a su juicio no motiva a ningún inversionista, ya que solo en la certificación de dos aeropuertos se deben aportar 10 millones de dólares.

Igualmente, la aparición de la pandemia ha profundizado la crisis de administración, ya que según la IATA se requerirán unos cinco años para que el negocio de la aviación comercial y los aeropuertos recupere los niveles previos a la aparición del COVID-19.