Tegucigalpa- A 39 días de comenzar la cosecha 2024-2025 el sector cafetalero del país todavía no está listos para cumplir reglamento de no deforestación de la Unión Europea, misma que se vence en diciembre de 2024.
-La cosecha de café 2023-2024 no alcanzará las proyecciones debido a múltiples desafíos
El caficultor y dirigente del sector Fredy Pastrana, expresó su preocupación por la próxima entrada en vigencia del reglamento de no deforestación de la Unión Europea, que afecta la compra de materia prima, incluido el café.
Este reglamento, que entra en vigor el 30 de diciembre de 2024, exige la georreferenciación de las unidades productivas y que estas cumplan con las leyes locales de Honduras, expuso Pastrana a Proceso Digital.
Pastrana criticó la falta de acción efectiva por parte de las autoridades hondureñas para cumplir con estos requisitos, advirtiendo que, si no se exportan los 3.5 millones de quintales de café a la Unión Europea, el mercado interno se saturará, lo que provocará una caída significativa en los precios y afectará gravemente a los productores.
En ese sentido, Pastrana hizo un llamado a la Unión Europea para que considere ampliar el plazo de aplicación del reglamento entre 12 y 24 meses, permitiendo a Honduras organizarse adecuadamente.
Sin embargo, advirtió que si no se logra esta prórroga, más de 120,000 familias cafetaleras se verán afectadas, y el país podría perder ingresos por exportaciones de café valorados en aproximadamente 900 millones de dólares. Esto, a su vez, presionaría a la baja los precios en el mercado interno, perjudicando a miles de pequeños y medianos cafetaleros.
Baja cosecha
Por otra parte, Freddy Pastrana, advirtió que la cosecha de café 2023-2024 no alcanzará las proyecciones establecidas por el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE) ni por el gobierno. Según Pastrana, es improbable que se logre la estimación de 6.5 millones de quintales prevista por IHCAFE, y mucho menos los 8 millones proyectados por el gobierno. En su lugar, se espera que la producción se sitúe entre 5.5 y 5.8 millones de quintales.
El caficultor señaló que varios factores han contribuido a esta caída en la producción, incluyendo el cambio climático, la escasez de mano de obra, problemas crediticios no resueltos y la falta de una política institucional sólida que garantice precios justos tanto en el mercado interno como en el externo.
Esta desmotivación entre los productores ha llevado a una significativa disminución en la producción, pasando de 10 millones de quintales en 2017 a una estimación mucho más baja para la actual cosecha, que está a unos 39 días de finalizar.