Migrantes mexicanos observan los movimientos de la patrulla fronteriza en la zona de las playas de Tijuana. EFE/Ernesto Moreno/Archivo

Washington – A la gran mayoría de los estadounidenses les preocupa el creciente flujo de migrantes que llega a la frontera sur, pero en su mayoría están a favor de la legalización de ciertos extranjeros indocumentados que ya se encuentran en el país, según una encuesta difundida este jueves.

La encuesta la llevó a cabo la firma Ipsos para la cadena NPR de radio entre el 13 y el 14 de marzo entre 1.176 adultos, un grupo que incluyó a 551 demócratas, 401 republicanos y 133 independientes.

La encuesta coincidió con un aumento de casi el 70 % en las cifras de migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza en marzo comparado con el mes anterior. Este flujo de migrantes, en su gran mayoría de América Central, ha estado creciendo mes a mes desde mayo de 2020.

«La mayoría de los encuestados opina que el número de migrantes que cruzan la frontera es más alto que lo que informan las noticias y de los que cruzaron en años anteriores», indicó Ipsos.

Aproximadamente el 80 % de los encuestados considera que la situación en la frontera con México es un problema, y el 55 % cree que es un problema grave, incluido el 71 % de los republicanos y el 55 % de los independientes.

A mediados de marzo sólo el 45 % de los demócratas encuestados creía que había un problema mayor en la frontera.

Dos tercios de los encuestados está a favor de que los jóvenes indocumentados que fueron traídos ilegalmente a país cuando eran menores de edad tengan un procedimiento para su legalización y, posteriormente, la ciudadanía estadounidense.

Casi el 70 % de los encuestados favorece un proceso similar para los extranjeros que están en el país con un estatus de protección temporal (TPS), y el 71 % favorece que se regularice la situación de los trabajadores agrícolas y otros empleados en labores que se consideran esenciales.

En febrero pasado, el senador Bob Menéndez y la representante Linda Sánchez, ambos demócratas, presentaron en ambas cámaras del Congreso un proyecto de ley que abriría la senda para la regularización de los cerca de 11 millones de indocumentados que se calcula viven en el país.

Menos ambiciosos fueron los dos proyectos de ley que ya fueron aprobados en la Cámara de Representantes y que daría una vía a la ciudadanía a los beneficiarios de la Acción Diferida (DACA), el TPS, Partida Obligatoria Diferida (DED) y los trabajadores rurales y esenciales.

Sin embargo, todos ellos enfrentan un complicado futuro en el Senado, dividido a la mitad entre republicanos y demócratas (50-50) y donde sería necesario el ahora improbable apoyo de al menos 10 conservadores, especialmente por la situación en la frontera.