Tegucigalpa – La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Honduras conmemoró este sábado el Día Mundial del Refugiado con una serie de actividades en las que abogó por la inclusión económica y social de los desplazados «La inclusión no es algo nuevo, es la posibilidad de abordar la superación de cualquier restricción de las personas a los servicios estatales», dijo a Efe el representante de Acnur en Honduras, Andrés Celis.

Destacó la importancia de que las personas refugiadas, cuyo día se conmemora este domingo, tengan «acceso a los servicios de salud, educación».

«Necesitamos lograr la inclusión de la población en servicios estatales», subrayó Celis, quien asistió hoy a varias actividades artísticas, culturales y deportivas en una populosa colonia de San Pedro Sula, norte del país.

«Hablar de inclusión significa que las personas construyan esa relación con su entorno, la exclusión es lo que los lleva a salir», agregó.

En su opinión, buscar una solución frente al desplazamiento forzado implica «pensar estructuralmente en la inclusión de esa población», para que esas personas se sientan «incluidas» en los mecanismos de participación y sus formas organizativas.

DESPLAZAMIENTO NO SE DETIENE

Pese a las restricciones de movilidad por la pandemia de coronavirus, más de 11 millones de personas se desplazaron en 2020, un «número gigantesco», subrayó.

«Esas cifras reflejan que los problemas de conflictividad y violencia persisten a nivel global, pero también se han agudizado por las problemáticas relacionadas con el cambio climático y es algo que la humanidad en su conjunto tiene un deber de responder y reflexionar», explicó Celis.

Además, son consecuencia de «no alcanzar soluciones» para frenar el desplazamiento de millones de personas.

Celis advirtió que «si la situación sigue creciendo, es porque hay persona que siguen estando en situación de estancamiento sobre cómo resolver sus problemas, no logran retornar ni naturalizarse en los países de llegada».

UN FENÓMENO GLOBAL

Afirmó que el desplazamiento «es un fenómeno global» y lamentó que miles de personas «no hayan podido salir de sus lugares de origen para buscar protección» por las restricciones de movilidad para frenar la covid-19.

Unos 148.000 hondureños habían presentado solicitud de asilo a finales de 2020, principalmente en Estados Unidos, México y España, que se suman a otros 34.400 que ya tenían ese estatus, señaló el representante de Acnur.

El 60 % de los 148.000 hondureños han solicitado asilo en EE.UU., 30 % en México y 10 % en España, indicó Celis, quien enfatizó que la violencia es «el detonante» del desplazamiento.

Agregó que Honduras requiere «avanzar» en la aprobación de una ley para proteger a los desplazados por la violencia, presentada en marzo de 2019, sin que siquiera se llegue a discutir.

El proyecto de Ley para prevenir, atender y proteger a las personas desplazadas internamente fue presentado por la Comisión Interinstitucional para la Protección de Personas Desplazadas por la Violencia en Honduras, sin que siquiera se llegue a discutir.

«El movimiento forzado de población continúa en todo el mundo», acotó el encargado de Acnur en el país centroamericano.