Jartum- La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunció este domingo que un grupo de hombres tribales atacó un campamento de refugiados sursudaneses en Sudán, hirió a 18 de ellos y quemó y saqueó la mayoría de sus viviendas, en medio de la mortal violencia étnica de las últimas semanas.

El asalto por parte de hombres tribales a caballo comenzó el pasado 5 de mayo en un campo de refugiados en Al Meiran, en Kordofán del Oeste, y durante su transcurso 200 de las cerca de 280 viviendas fueron completamente quemadas y las pertenencias de los sursudaneses robadas y destruidas, dijo ACNUR en un comunicado.

Desde el comienzo de la acción hasta hoy unos 400 refugiados han huido hacia el norte y en principio no tienen intención de regresar al campamento por miedo a la violencia.

«Los agresores alegaron que los asaltos pretendían ser una venganza vinculada con los enfrentamientos entre comunidades en la región de Abiye, donde los ataques armados se extendieron entre diferentes comunidades en las últimas semanas», reza la nota.

En ese periodo, choques entre la tribu árabe Rozeigat y la africana Falata en el sur de Darfur (oeste), entre el clan árabe Beni Amer y el africano Nuba en Kassala (este) y entre los Nuba y Nuba y los árabes Al Huazma en Kordofán del Sur han causado más de medio centenar de muertos y decenas de heridos.

La representante de ACNUR a cargo de Sudán, Elizabeth Tan, condenó enérgicamente el «brutal» ataque contra hombres, mujeres y niños «inocentes» y destacó que es «vital» restaurar la seguridad en la zona «rápidamente», además de llevar a sus autores ante la Justicia.

Según datos de la agencia de la ONU, en Sudán hay unos 821.000 refugiados sursudaneses, unos 61.000 de los cuales están en Kordofán del Oeste.