La alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Kelly Clemens, habla en entrevista con Efe este viernes, en Ciudad de México (México). EFE/José Méndez

México – La alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Kelly Clements, aseguró a Efe que el organismo que representa «siempre abogará por fronteras abiertas, pero no incontroladas» y por el derecho de las personas desplazadas a pedir asilo en países distintos al suyo.

«Nosotros siempre abogaremos por fronteras abiertas, pero eso no significa que sean fronteras incontroladas», dijo Clements en entrevista con Efe en Ciudad de México previo a su participación en la segunda reunión anual del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS) este viernes.

Recordó que cada país «tiene el derecho soberano de indicar quién puede o no cruzar y por qué razones, pero todas las personas desplazas tienen el derecho para solicitar asilo».

Según la Acnur, hasta septiembre de 2019, había unos 386.480 personas refugiadas y solicitantes de asilo procedentes de los países del Norte de Centroamérica (NCA) en el mundo y unas 318.500 personas desplazadas internas en Honduras y El Salvador, unas 247.000 y 71.500, respectivamente.

Mientras que entre 2018 y 2019, el número de las solicitudes de asilo de personas procedentes del Norte de Centroamérica creció un 86 %, con 53.810 en lo que va de 2019 comparado con los 28.950 registrados en 2018.

Precisamente, Clements explicó que si los refugiados expresaban una razón para huir de su país, por ejemplo: persecución por violencia, esa sería una justificación «para poder cruzar una frontera internacional, pero eso no significa que una vez que hagan esa petición de asilo, esta sea exitosa».

EL PAPEL «EXTRAORDINARIO» DE MÉXICO

Acerca del papel de México, la representante consideró que el país ha jugado un papel «extraordinario» y en los últimos años «se ha visto un cambio definitivo ya que el país ha cambiado de ser un país de tránsito a uno de destino» que requerirá en el futuro de políticas públicas.

Además de que ha sido un apoyo muy importante para los otros países de la región y todos «se necesitan mutuamente en términos de poder lidiar con ese desplazamiento histórico de personas».

A inicios de este año, México fue elegido como primer presidente protempore del MIRPS -que aglutina Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá- para atender a los más de 300.000 refugiados que salieron de sus países el año pasado.

Pero las presiones comerciales con Estados Unidos han provocado que México endurezca su política sobre la recepción de migrantes y las peticiones de asilo.

Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), en el periodo de enero a septiembre, México deportó a 106.552 migrantes indocumentados.

La cifra aumentó sustancialmente a partir de junio, mes que batió récords al cerrar con 21.912 deportados.

Mientras que el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha descartado en diversas ocasiones que México vaya a ser tercer país seguro para la migración, a petición de Estados Unidos.

LOS AVANCES DEL MIRPS

Sobre el MIRPS, que integran Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá -países que adoptaron la Declaración de San Pedro Sula en el 2017- al que en julio de 2019 se sumó El Salvador, Clements dijo se ha registrado «un nivel extraordinario de cooperación y creemos que es una de las operaciones regionales más importantes a nivel mundial».

El MIRPS es una iniciativa pionera en la aplicación del Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (CRRF, por sus siglas en inglés) y una contribución concreta al Pacto Mundial sobre los Refugiados.

En este pacto los siete países se comprometieron a trabajar juntos para atajar de forma integral la crisis de desplazados forzosos que sufre la zona.

De los refugiados, la representante del organismo recordó que «pueden tener un impacto económico en el corto plazo. A los refugiados se les proporcionan las herramientas en las comunidades de acogida para poder trabajar y se convierten en impulsores económicos en las comunidades».

Sobre los recursos económicos con los que cuenta la Acnur para actuar, Clements dijo «tenemos algunos recursos, pero necesitamos más», ya que cuentan con entre 30 % y 40 % de fondos que necesita en todos los países por lo que necesitan apoyo de países donantes de Europa y a largo plazo buscarán apoyos en el sector privado, entre otros.

«Se trata de asegurar que tengamos los recursos para poder apoyar a estos gobiernos», apuntó.

Especialmente en varios países de Centroamérica donde decenas de miles de las personas se han visto obligadas a desplazarse dentro y fuera de sus países debido a una serie de factores como la escalada de la violencia y la inseguridad, la pobreza o una complicada situación política.