Bangkok – El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha pedido a Australia que acoja como refugiada a la joven saudí que huyó a Bangkok de su familia tras apostatar del islam y rechazar un matrimonio forzado, indicaron hoy fuentes australianas.
«ACNUR ha remitido (el caso de) Rahaf Mohammed Al-Qunun a Australia para que considere su acogida como refugiada. El Ministerio del Interior considerará esta solicitud de la forma habitual, como hace con todas las propuestas de ACNUR», indicó el Ministerio del Interior australiano en un comunicado.
ACNUR, que está a cargo de la joven en la capital tailandesa, indicó a Efe que no puede comentar sobre este caso particular, aunque ONG como Human Rights Watch y Amnistía Internacional dan por hecho que Al-Qunun tiene estatus de refugiada.
El padre y el hermano de la saudí llegaron ayer a Tailandia y han pedido reunirse con ACNUR y con Al-Qunun, quien ha expresado su negativa a tener contacto con sus familiares, a los que acusa de haberla amenazado de muerte y sometido a trato vejatorio.
Mañana está previsto que la ministra de Asuntos Exteriores australiana, Marise Payne, llegue a Tailandia de visita oficial para tratar diversos asuntos, incluida la detención del refugiado bareiní Hakeem al-Araibi, residente en Australia desde 2014.
Payne dijo en un comunicado que pedirá la liberación de Al-Araibi, quien fue detenido el pasado noviembre en Bangkok a raíz de una notificación de Interpol, que fue retirada días después.
Actualmente, Al-Araibi se encuentra pendiente de si un tribunal tailandés le permite volver a Australia o si lo extradita a Baréin, de donde huyó antes de ser condenado en rebeldía por un delito de daños en una comisaría que él achaca a un motivos políticos.
No está confirmado si la ministra australiana abordará la situación de la joven saudí, que llegó el pasado sábado al aeropuerto de Suvarnabhumi procedente de Kuwait, donde las mujeres no necesitan autorización de sus «guardianes masculinos» para viajar, como sí ocurre en Arabia Saudí.
Su intención era llegar a Australia, donde quería pedir asilo, tras recibir amenazas de muerte de su familia, según ella, por apostatar del islam y negarse a un matrimonio concertado.
Sin embargo, la joven aseguró que un empleado de la aerolínea Kuwait Airways le confiscó el pasaporte y le comunicó que, a petición de la embajada de Arabia Saudí, iba a ser obligada a embarcar el lunes en un vuelo de vuelta a Kuwait, donde la esperaban sus familiares.
Al Qunun, que abrió una cuenta en Twitter hace unos días y publicó su primer tuit el domingo pasado, empezó a escribir y subir vídeos en la red social, donde su historia se hizo viral y a día de hoy cuenta con 111.000 seguidores.
La saudí se atrincheró el lunes en la habitación de su hotel en la zona de tránsito del aeropuerto y bloqueó con colchones la puerta, por lo que el avión en el que estaba previsto que fuera deportada salió sin ella a bordo.
Las autoridades tailandesas sostuvieron que la joven intentó entrar en el país, algo que ella niega, y que le denegaron el visado, por lo que procedieron a su expulsión a Kuwait, por ser el lugar desde el que llegó a Bangkok.
Sin embargo, finalmente accedieron a que quedara a cargo de ACNUR y le concedieron entrada temporal en el país.
Tailandia no es signataria de la Convención de los Refugiados de la ONU de 1951 y ha sido criticada por enviar a refugiados y solicitantes de asilo a países donde se enfrentan a persecución e incluso tortura.
En Arabia Saudí, Al Qunun podría ser procesada por desobedecer a sus guardianes masculinos, dañar la reputación del país o incluso apostatar, delito que es castigado con la pena capital.