México – México debe lograr una integración eficiente de los migrantes para evitar que la solidaridad se convierta en rechazo o incluso xenofobia, sostuvo este lunes el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.

Al cierre de una visita de cuatro días a México, Grandi dijo a Efe que «México está en una nueva situación debido a las restricciones cada vez mayores en la frontera con Estados Unidos, el regreso de algunos buscadores de asilo a México, y al mismo tiempo un incremento en el número de personas que llegan al país, especialmente a través de la frontera sur».

«La combinación de estas tendencias pone más presión sobre México, y México necesita ahora invertir más recursos para responder rápidamente a este reto. Este fue el principal punto en que hicimos énfasis durante nuestras discusiones con el Gobierno», expuso.

El diplomático italiano enfatizó que la intención del Gobierno mexicano de mantener la respuesta a la presión migratoria en el marco de los derechos humanos «es muy alentadora».

Asimismo, sostuvo que la implementación de esta intención es positiva en muchas formas, y citó como ejemplo un «muy buen programa de integración para refugiados» que conoció en Saltillo, estado norteño de Coahuila.

Pero advirtió que hay cosas que necesitan ser abordadas, tanto en términos de enfoque -«poner más atención a la protección de la gente, especialmente en la frontera»-, como en cuanto a capacidad, especialmente de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

«Comar sigue siendo una institución pequeña que fue adaptada a la situación hace cinco años pero que no ha recibido recursos suficientes. Ese fue uno de los mensajes más fuertes para el Gobierno», indicó.

Grandi aseguró que la respuesta de las autoridades mexicanas a este señalamiento fue positiva, como lo fueron otros aspectos que atestiguó durante su estancia.

«Mi visita a Saltillo fue realmente sorprendente, porque allí está la respuesta no solo del Gobierno sino de la sociedad civil, el sector privado, empleando gente», manifestó.

Consideró que la solidaridad en México hacia los migrantes y refugiados es en general «muy fuerte», pero señaló la necesidad de «asegurar que los procedimientos (de asilo) sean rápidos, que la integración sea eficiente y que sean encontradas soluciones migratorias, no solo para los refugiados sino también para los demás (migrantes)».

«De otra forma es fácil que la solidaridad cambie y se convierta en más rechazo e incluso xenofobia. Siempre existe ese riesgo, pero no creo que estemos en esa etapa en México en la actualidad», puntualizó.

El alto comisionado fue recibido esta tarde por la secretaria mexicana de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con quien acordó fortalecer los mecanismos de asilo y protección en el país.

La Secretaría de Gobernación indicó en un boletín que Sánchez Cordero le expresó a Grandi que México mantiene una tradición de refugio y quiere seguir siendo un país hospitalario, con una perspectiva de trato humanitario y de respeto a los derechos humanos.

La ministra indicó que desde el inicio de la actual administración el 1 de diciembre de 2018 al 30 de agosto de 2019, el número de personas que ha solicitado refugio llegó a 48.254.

Los solicitantes de la condición de refugiados proceden principalmente de Honduras (23.064), El Salvador (6.671), Cuba, (5.371), Venezuela (4.882), Haití (2.876), Guatemala (2.361) y Nicaragua (1.722), detalló.

«La adecuada integración de inmigrantes y refugiados en nuestro país es un enorme reto que tiene que ser enfrentado de forma coordinada por todo el Estado mexicano. Es fundamental acabar con los discursos xenofóbicos y crear una cultura de hospitalidad», declaró.

Asimismo, Sánchez Cordero manifestó que una de las prioridades de Gobernación ha sido aumentar las capacidades institucionales de la Comar para dar un trato humanitario y diferenciada para grupos vulnerables.

«Se realizó una reingeniería organizacional para ampliar el acceso al procedimiento de reconocimiento de la condición de refugiado, con lo cual se cumplen con obligaciones internacionales, se garantiza el principio de no devolución a solicitantes y se mejora la gestión de casos», enfatizó.

Por su parte, Grandi recalcó la disposición de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de colaborar con México para acelerar y simplificar los procesos de asilo y refugio, y fortalecer la presencia de esa agencia en la frontera norte en cooperación con la Comar.

Durante su visita a México, iniciada el 27 de septiembre, el alto comisionado fue a Saltillo, donde Acnur está implementando un programa de integración que promueve la inclusión de refugiados y solicitantes de asilo en la economía local.

Asimismo, visitó Tapachula, localidad en el suroriental estado de Chiapas cercana a la frontera con Guatemala, donde inauguró un centro de registro para solicitantes de asilo dirigido por la Comar.