El Cairo.- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó este martes de que unos 125.000 refugiados y desplazados internos se han visto afectados por las lluvias que desde hace un mes azotan Sudán, donde muchos lo han perdido «todo».
El portavoz de ACNUR en Sudán, Roland Schönbauer, explicó a Efe que las precipitaciones torrenciales y las inundaciones desde julio han afectado a unos 40.000 refugiados y 85.000 desplazados internos no sólo en campamentos sino también en asentamientos urbanos, además de golpear «muchísimo» a la población local.
Según esta fuente, las zonas más afectadas por un desastre meteorológico que ha provocado la mayor crecida del río Nilo en un siglo son Jartum, Darfur (oeste), Nilo Blanco (al sur de la capital) y el este de Sudán.
«Muchos de los afectados, tanto población local como refugiados y desplazados, lo han perdido todo; han perdido sus humildes casas y sus pocas posesiones», advirtió Schönbauer, al agregar que también las infraestructuras han quedado dañadas en estas zonas.
«Realmente es devastador el impacto que han tenido estas inundaciones en gente que ya ha pasado por todo, que ya ha sido desplazada, que ha vivido la COVID y su efecto económico en sus trabajitos informales, y encima ahora les llega la inundación», sentenció.
Precisamente, uno de los retos que se presentan ahora es el mantenimiento de las medidas preventivas y sanitarias contra el coronavirus, ya que muchas de sus fuentes de agua han quedado destruidas y las letrinas han colapsado, dificultando algo tan simple como lavarse las manos.
Sólo en Nilo Blanco, la agencia de la ONU ha repartido láminas de plástico a unas 68.000 personas para hacer frente a la temporada de lluvias, pero afirma que «eso no es suficiente» y que este año sólo han recibido el 38 % de los casi 275 millones de dólares que necesitan para sus operaciones en el país africano.
Por ello, Schönbauer llamó a la comunidad internacional a que faciliten puentes aéreos para que ACNUR pueda trasladar cuanto antes a Sudán más láminas de plástico y otros útiles ubicados en sus almacenes alrededor del globo, y necesarios para hacer frente a la situación.
La nación africana ha registrado hasta el momento 13.189 casos de COVID-19, que ha causado 88 muertos y daños en más de 56.000 viviendas, según los últimos datos oficiales.
Sudán también tiene 1,9 millones de desplazados internos a causa de los conflictos, que han hecho salir del país a 600.000 sudaneses, incluyendo 300.000 refugiados de Darfur en el Chad.