El director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, Ali Noorani, habla con periodistas al final de una rueda de prensa sobre el programa "New American Force" que brindar asistencia a residentes elegibles para la naturalización. EFE/David Maung/Archivo

Nueva York – Activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes acogieron con esperanza este jueves la llegada al Congreso del proyecto de ley de reforma migratoria del presidente Joe Biden, que ven como un paso en la dirección correcta para los 11 millones de indocumentados que viven en los Estados Unidos desde hace años.

Clara Cortés, emigrante mexicana que llegó al país hace más de 20 años, es una de las que ha puesto sus esperanzas en esta iniciativa de ley, que comenzó hoy su difícil andadura hacia su meta de intentar el apoyo de al menos 10 senadores republicanos.

Cortés, miembro de la organización Se Hace Camino Nueva York, tiene dos hijas nacidas en EE.UU y el temor a que la separen de su familia si es deportada siempre le ha acompañado.

«Este proyecto de ley me brinda la esperanza de un futuro mejor», aseguró la mujer este jueves, jornada en la que los demócratas presentaron formalmente en el Congreso un proyecto de ley de reforma migratoria integral que beneficiaría a unos 11 millones de indocumentados, a los que pondría en ruta a la ciudadanía en ocho años si cumplen con ciertos requisitos

«Durante más de veinte años he esperado a que el Congreso apruebe una legislación como esta. Los inmigrantes como yo hemos construido nuestras vidas y nuestras familias aquí. Este es nuestro hogar», afirma la mexicana.

DÉCADAS DE ESPERA

Se refirió a la amnistía otorgada bajo la presidencia de Ronald Reagan en 1986 que benefició a tres millones de indocumentados, pero desde entonces no se ha aprobado otra iniciativa similar.

Pese a que el presidente Barack Obama prometió una reforma migratoria durante su primer cuatrienio no fue hasta su segundo mandato que hubo una propuesta bipartita que fue aprobada en el Senado pero murió en el intento en la Cámara de Representantes.

El proyecto llegó al Senado liderado por el veterano legislador Bob Menéndez, que bajo la administración Obama perteneció al Grupo de los 8 que redactó el proyecto de reforma migratoria en el 2013 y por la congresista Linda Sánchez en la Cámara de Representantes.

Los grupos que por años han abogado por los inmigrantes, denunciando un sistema migratorio «roto» y luchado en tribunales durante cuatro años contra la Administración del presidente Donald Trump han hecho un llamado a legisladores de ambos partidos para que unan esfuerzos detrás del proyecto.

Para Ali Noorani, presidente del National Immigration Forum, las contribuciones de los inmigrantes «serán fundamentales», como lo fueron durante la crisis de la covid-19, a medida que el país se recupere de la pandemia.

En ese sentido, exhortó tanto a demócratas como republicanos a dejar la política a un lado y tomar «medidas significativas» hacia soluciones que ofrezcan certeza para los millones de estadounidenses que dependen de los «soñadores», de los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS) y de los indocumentados.

Para la Unión de Libertades Civiles (ACLU), uno de los grupos que enfrentó varias batalles legales contra las políticas de Trump, la propuesta demócrata proporciona uno de los caminos más amplios hacia la ciudadanía y la residencia legal en la historia reciente.

Y aunque ofrece esperanzas, «sabemos que debemos luchar para asegurar que el Congreso apruebe una legislación que no importe los errores del sistema legal criminal quebrantado y racista, no lleve a una financiación más derrochadora de tecnología en la frontera que socavaría el derecho de todos a la privacidad».

«Podemos lograr la verdadera justicia para los inmigrantes sin sacrificar las libertades civiles», afirmó Naureen Shah, asesor de políticas de ACLU.

EEUU, EL HOGAR DE MILLONES DE INDOCUMENTADOS

La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) recordó por su parte que desde que se otorgó la amnistía de 1986 los inmigrantes han continuado contribuyendo al país, más recientemente durante la pandemia, y a cambio «solo han visto separación familiar, detención y deportaciones».

«Hoy, es nuestra esperanza y nuestro trabajo cambiar la realidad de millones que llaman hogar a Estados Unidos», señaló su directora, Angélica Salas.

Uno de los grupos que más ha sufrido el impacto del actual sistema migratorio del país y de las pasadas políticas de Trump son los niños inmigrantes, especialmente los separados de sus familias o que han llegado solos a este país en su intento de encontrar un futuro mejor.

Para la organización Niños en Necesidad de Ayuda (KIND, por su sigla en inglés), este proyecto de ley aborda la defensa de los menores no acompañados en la frontera y otras reformas esenciales para garantizar «un sistema de inmigración justo, humano, eficiente y eficaz».

Recordó que durante los últimos cuatro años, KIND ha denunciado constantemente las numerosas barreras erigidas por la antigua Administración para bloquear a los inmigrantes, en particular los niños no acompañados, el acceso justo a las protecciones otorgadas por el sistema de inmigración de la nación.

«La Administración de Biden y el Congreso deben trabajar juntos para aprobar una legislación que refleje estos objetivos, y la presentación del proyecto de ley de hoy es un primer paso clave para ese fin», aseguró Wendy Young, su presidenta.

ACUERDO BIPARTIDISTA

La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO) considera que proporcionar un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes y sus familias hará de EE.UU. un país «más próspero» y «enriquecerá la vida cívica» gracias a la diversidad.

«Este proyecto marca una oportunidad prometedora para abordar con éxito uno de los problemas más importantes que haya enfrentado nuestra nación. El tiempo es ahora. El Congreso debe aprobarlo», señaló la organización.