Washington – La escasez de mano de obra que afecta a muchos sectores de la economía de Estados Unidos se agrava por la merma en la inmigración de trabajadores, y una solución bipartidista beneficaría no solo a los inmigrantes sino a todo el país, indicaron hoy expertos.
“Existe un amplio consenso, especialmente en el sector agrícola, sobre la necesidad de una coalición bipartidista”, afirmó Daniel Garza, presidente de LIBRE Initiative, en una teleconferencia.
“El Gobierno del presidente Joe Biden puede desempeñar un gran papel convocando a ambas partes en el debate migratorio para negociar las diferencias. Esto no beneficia solo a los inmigrantes sino a todos nosotros, y animo a Biden a que asuma el liderazgo en esta materia”, añadió.
Un estudio hecho por economistas de la Universidad de California determinó que si hubiesen persistido los niveles de inmigración a Estados Unidos previos a la pandemia, habría en el país unos dos millones más de adultos en edad de trabajar.
La reducción en los números de inmigrantes refleja las políticas restrictivas del Gobierno del ahora expresidente Donald Trump y el impacto de la pandemia de covid-19. El Gobierno de Biden ha mantenido varias de las restricciones dictadas por su predecesor.
Tony Payan, director del Centro de Estudios de Estados Unidos y México en la Universidad Rice, señaló que la población estadounidense crece a un ritmo muy lento “y la pandemia ha emperorado esto”.
Por otro lado “hay que tener en cuenta el dinamismo robusto y la innovación que aportan los inmigrantes”, agregó.
“Muchas empresas y negocios nuevos los inician los inmigrantes. Estados Unidos está, tecnológicamente, más avanzado que otros países y los inmigrantes participan en ello, vienen con entusiasmo, eligen a Estados Unidos porque es el sitio donde pueden prosperar”, señaló Payan.
Rick Naerebout, presidente de la Asociación de Productores Lácteos en Idaho, señaló que “90 % de los trabajadores agrícolas son extranjeros, en su mayoría de México y en algunos casos de América Central, pero continúa la disminución en el número de estos trabajadores”.
“A veces lleva hasta seis meses el trámite de la renovación de sus visas temporales. Los trabajadores pierden empleos, y por eso necesitamos cambios radicales, más flexibilidad. Sería muy bueno que el Congreso cambie las cifras, podríamos tener un sistema más amplio como el de Canadá o Australia”, apuntó.