Autoridades federales arrestaron este martes en California a un exagente latino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) acusado de aceptar sobornos para ayudar a dos extranjeros a entrar a Estados Unidos. EFE/Alvaro Ortiz/Archivo

Los Ángeles – Autoridades federales arrestaron este martes en California a un exagente latino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) acusado de aceptar sobornos para ayudar a dos extranjeros a entrar a Estados Unidos y entregar información de la agencia a una persona vinculada con el crimen organizado.

Félix Cisneros Jr., de 46 años, fue detenido sin incidentes en su hogar de Murrieta, California, para enfrentar 28 cargos federales, incluyendo uno de conspiración para cometer soborno a un funcionario público, uno de soborno y 26 por lavado de dinero, explicó en un comunicado el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

La acusación asegura que desde septiembre de 2015 y por un periodo de 18 meses, Cisneros aceptó dinero en efectivo, cheques, viajes en un avión privado, estadías en hoteles de lujo, comidas y artículos de valor de una persona identificada como Individuo 1, que estaba asociada con una organización criminal.

Cisneros era agente especial de la división de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), que su vez hace parte del ICE.

El hispano supuestamente recibió al menos 122.000 dólares del Individuo 1 entre 2015 y 2016.

También se le acusa de obtener una carta oficial firmada por un agente especial de HSI a cargo de permitir la libertad condicional del cuñado del Individuo 1 en Estados Unidos, y proporcionar actualizaciones sobre la solicitud de asilo del cuñado.

Además, Cisneros habría recopilado información sobre un asociado del Individuo 1 cuya casa había sido registrada por las fuerzas del orden público y luego entregado esa información al Individuo 1, entre otros delitos, detalla el comunicado.

El cargo de conspiración conlleva una sentencia máxima legal de cinco años en una prisión federal, mientras el cargo de soborno tiene una sentencia de hasta 15 años y cada cargo de lavado de dinero conlleva una sentencia máxima legal de 20 años de prisión federal.