Nueva York (Proceso Digital) – Cuando la hondureña Maribel Lieberman viajó hace varias décadas a Estados Unidos en busca de un mejor futuro y realizar sus sueños, nunca se imaginó que llegaría a ser muy famosa por sus chocolates que hace en Nueva York, ni mucho menos que conocería a un gran artista de la plástica, nacido en Bélgica, de origen judío, con quien compartiría 33 años de su vida: al gran Jacques, un ser extraordinario a quien ahora ella y la ciudad de Nueva York echan de menos.

«Gracias cariño, estoy segura que Dios te está recibiendo en su reino. Deseo que sigas sonriendo y pintando esos hermosos colores desde lo alto», escribió Maribel luego de la partida sin retorno de Jacques, quien muy chico se comenzó a enamorar de los colores de la naturaleza en las montañas cercanas a Suiza.

Maribel Lieberman y Jacques compartieron 33 años juntos.

Jacques, quien nació en Amberes (Bélgica), el 19 de febrero de 1936, falleció el pasado 30 de mayo en Nueva York, adonde llegó en 1959, cuando tenía 23 años, con la idea de estudiar arquitectura, lo que marcó su vida como artista profesional de la pintura, aunque ya tenía conocimientos sobre dibujo arquitectónico, lo que aprendió en Israel, país al que fue llevado a la edad de 13 años, por una tía suya.

– A los seis años vio por última vez a sus padres.

La vida fue dura para Jacques, principalmente en los años de su niñez, cuando fue una entre los millones de víctimas de la II Guerra Mundial.

Llamado por la Galería Nacional de Arte de Nueva York

Portada de la revista LIFESTYLE, Noviembre 2020.

Debido a la persecución desatada contra los judíos, para salvar su vida se tuvo que separar de sus padres, Frieda y Hersch, de quienes se despidió con un abrazo y un beso a los seis años, sin imaginarse que sería la última vez que los vería.

De sus padres volvió a saber, siendo un adulto, que murieron en 1944, en Alemania, en un campo de concentración.

Pintar, que para Jacques significaba darle alegría a la gente, le llevó hasta la Galería Nacional de Arte, de Nueva York, que le abrió sus salas, entre otros espacios para la expresión de la cultura y el arte.

– Desde pequeño se enamoró de los colores de la naturaleza y luego los plasmó en sus lienzos.

En esa gran urbe conoció a Maribel, quien fue su inseparable compañía durante 33 años, junto a su hija, Angelina, quien ahora tiene 16.

En varias ocasiones Maribel, Jacques y Angelina vinieron juntos a Honduras. Del país, Jacques decía que le encantaban sus colores y su gente.

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El adiós de Maribel a Jacques

En varias ocasiones Maribel, Jacques y Angelina vinieron juntos a Honduras.

Proceso Digital comparte en esta entrega con sus lectores el sentido mensaje de Maribel tras la partida de Jacques, cuya vida perdurará en cada una de las pinturas que dejó, no solo en lienzos, sino también en sus creaciones en Adobe Photoshop, una especialidad en la que incursionó hacia finales del siglo pasado.

La obra de Jacques también continuará siendo admirada y llevada al paladar en los finos y exquisitos chocolates que desde hace más de 20 años fabrica Maribel Lieberman en Nueva York, donde ambos se conocieron, en un espectáculo en Broadway.

Las delicadas y diminutas obras de arte que le ponen el color a los chocolates de Maribel, son de Jacques.

Jacques se separó de sus padres, Frieda y Hersch, de quienes se despidió con un abrazo y un beso a los seis años.

Mensaje de Maribel a Jacques

Querido Jacques

Estos últimos días han sido los más duros para Angelina y para mí, y Dilma. Todos temíamos que llegara este día, aunque nunca estábamos seguros de quién se iría primero. La verdad es que la muerte existe sólo para las personas que quedan vivas.

Estás en el cielo con tus padres, que con mucho dolor te dejaron cuando solo tenías 6 años; estoy segura de que tu madre Frieda, y tu padre Hersch, siempre estuvieron ahí observando todos los días de tu vida. Sé que están contentos de que hayas llegado a vivir y que hiciste lo que realmente te hizo feliz.

Aquel fiel día del 17 de septiembre de 1989, cuando intentaste conseguir mi número de teléfono y te dije que NO, entonces me convenciste por una taza de café. Ese día fue cuando mi mundo dio un vuelco.

– Maribel perdió a su esposo, y Nueva York a un gran artista de la plástica.

Querido Jacques

Cuando te conocí, me encantó tu alma, tu cerebro, tu manera libre de pensar y especialmente tu seco sentido del humor.

Te agradezco mucho por animarme y apoyarme en todo lo que yo quería hacer.

Cuando decidí que no quería trabajar en moda, sino que quería ser chef, fuiste a comprarme todo tipo de ollas y libros de recetas de cocina para mi regalo de Navidad. Mis amigos se burlaron diciendo que querías que estuviera en la cocina para ti, pero yo sabía que todo lo que querías era que yo tuviera las herramientas para convertirme en lo que yo quería ser.

Cuando decidí hacer chocolates, fuiste mi primer catador y, sabiendo que te gustaba el chocolate negro, sentí que eras el catador perfecto.

Fotos del albúm de Maribel Lieberman.

Recuerdo haberte dado mi primera receta de una taza de chocolate caliente. Me diste el sello de aprobación, pero estaba tan espeso que ni siquiera pudiste terminarlo. Luego metiste el resto en el refrigerador, y unas horas después ese chocolate caliente se convirtió en un budín de chocolate, fue entonces cuando creé la receta del budín.

Jacques, tus desafíos y experiencias en tu vida temprana te dieron forma del hombre en el que te convertiste, a pesar de los desafíos y sufrimientos de tu existencia.

En el principio de tu vida, lograste realizar un viaje increíble al final. Te aplaudo y te felicito por hacer lo que te hacía feliz, por tu sencillez, humildad y capacidad intelectual.

Tus opiniones objetivas de la vida me derritieron el corazón. Nuestros viajes, nuestras risas, chistes y lo mejor de todo, tú y yo, logramos florecer y criar a nuestra hermosa hija Angelina, quien llegó a completar nuestro libro de recuerdos.

Fuiste un padre increíble para Angelina, cuando solo tenía 5 o 6 años empezaste a llevarla casi semanalmente a todas las librerías de la ciudad y dejarla elegir todos los libros que quisiera.

Entre tú y Angelina nuestra casa casi se convierte en un zoológico, estoy feliz de que nuestra familia se convirtió en 5 con la adición de Willow y Cat. Me siento muy afortunada de que tú y yo nos cruzamos para compartir experiencias de vida durante 33 años.

Los exquisitos chocolates de Maribel también llevan el sello del arte de las creaciones de Jacques.

Gracias por estar siempre para mí y ser mi caballero y mi compañero de baile.

Jacques Darling, Dios te permitió vivir todos estos años para darte la oportunidad de ayudar a sanar el sufrimiento por el que pasaste cuando eras niño.

Realmente demostraste que somos capaces de seguir adelante y ver la luz del sol, los hermosos colores de la vida, los que luego plasmaste en un lienzo dejándonos a todos tu huella en esta tierra.

Gracias cariño, estoy segura que Dios te está recibiendo en su reino. Deseo que sigas sonriendo y pintando esos hermosos colores desde lo alto.Au-revoir, cherie. Angelina y yo, siempre te llevaremos en nuestros corazones. ¡Te amo! (PD).