Tegucigalpa – La organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), expresó hoy su preocupación por la no extensión de la amnistía a la multa migratoria en Honduras.

Este cobro, de alrededor de 250 dólares, puede afectar la capacidad económica de las personas migrantes y el pago les impedirá cubrir otras necesidades esenciales como alimentación, alojamiento e higiene lo que puede derivar en consecuencias médicas y humanitarias en población migrante, alertó el organismo internacional.

Según las cifras del Instituto Nacional de Migración (INM), en lo que va del 2023 un total de 522 mil 291 personas han ingresado de manera irregular al país en su camino hacia el norte del continente. En los últimos meses, MSF ha denunciado repetidamente que la mayoría de estas personas llegan con múltiples necesidades médicas y humanitarias que podrán agravarse con la entrada en vigencia de este cobro en 2024.

Por esa razón, MSF instó a las autoridades gubernamentales a ampliar la amnistía para este cobro. “Como vimos en junio de 2023, después de que hubo una incertidumbre para la prórroga de este decreto y su publicación oficial, la gente comienza a elegir rutas alternas e inseguras, ciertos grupos comienzan a vender documentos falsos, hay oferta de transporte inseguro y comienzan a buscar actividades de explotación. Todo con el fin de conseguir dinero para pagar y continuar su viaje. Habrá nuevamente un aumento en las extorsiones, estafas y asaltos”, explicó Christoph Jankhöfer, coordinador del proyecto de MSF en Tegucigalpa.

El resultado es también una mayor vulnerabilidad, un menor acceso a los servicios humanitarios y médicos y graves riesgos para la salud y el bienestar de estas poblaciones. En los últimos meses, los equipos multidisciplinarios de MSF han brindado 20 mil 69 consultas médicas y se han alcanzado más de 52 mil 315 personas con intervenciones grupales en salud mental, trabajo social y promoción de salud.

Las principales enfermedades han sido diarrea aguda sin sangre, infecciones respiratorias, condiciones de la piel y en menor porcentaje, pero no menos importante, diarreas con sangre.

Estas enfermedades intestinales se deben a un deterioro en las condiciones de agua y saneamiento a lo largo de la ruta. También, porque la reducción o falta del presupuesto en estas personas se traduce a que están limitadas para asegurar alimentación y el pago de un alojamiento digno.

En el transcurso de las actividades de MSF en puntos fronterizos como Danlí y Trojes, ha sido evidente la importancia de un acompañamiento médico y psicosocial para esta población. En estas intervenciones son frecuentes los relatos de violencia que incluyen asaltos, violaciones, secuestros y otras situaciones de riesgo durante la ruta. Además, todavía no hay suficientes espacios para un hospedaje digno para las personas que atraviesan el país, viéndose obligadas a montar campamentos en las cercanías del INM, parques o las estaciones de buses.

“La amnistía les evita a ellas y ellos un cobro que sale de sus posibilidades, es una vía vital para proteger a la población migrante y garantizar el paso seguro por Honduras. MSF reconoce y aplaude las medidas positivas para garantizar rutas de tránsito seguras implementadas por las autoridades hondureñas en el pasado. Sin embargo, urgimos al Congreso a extender la amnistía para las personas migrantes o de aprobar la nueva ley migratoria inmediatamente”, concluyó Jankhöfer.