Washington – Dirigentes de grupos progresistas y a favor de los inmigrantes advirtieron este jueves que la confirmación de un nuevo juez en el Tribunal Supremo en reemplazo de la fallecida Ruth Bader Ginsburg amenaza a las comunidades minoritarias y convocaron a derrotar al presidente Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre.
Como recordó Cristina Jiménez, de United We Dream, Trump y el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch MConnell, «quieren que se vote el mes próximo por la confirmación» del nuevo magistrado en el Supremo, que previsiblemente será de ideología conservadora.
Aunque los demócratas reclaman que se postergue esa designación hasta después de las elecciones, Trump prevé dar a conocer a su nominado este sábado para que el Senado proceda a confirmar el nombramiento. Si el proceso se completa los conservadores tendrán en la máxima instancia judicial una mayoría de 6-3.
«Sabemos que la persona que Trump elija pondrá en peligro las protecciones contra la deportación, el estatus de protección temporaria (TPS), Obamacare, la justicia racial, la justicia ambiental y mucho más», afirmó Jiménez. «Por eso estamos resueltos a movilizar a los votantes en todo el país».
«Hay que votar lo más pronto posible, hay que lograr una concurrencia a las urnas sin precedentes», sostuvo. «Debemos hacer que los republicanos rindan cuentas por el apoyo que dan a Trump».
En una teleconferencia Jiménez y Zina Pretch Rodríguez, del Movimiento Sunrise, señalaron que el control del Tribunal Supremo de Justicia daría a Trump la posibilidad de cuestionar los resultados de la elección, descontando los votos en algunos estados que son clave para la decisión en el Colegio Electoral.
«Es mucho lo que hay en juego», dijo Pretch. «Decisiones sobre el aborto, la segregación, el cambio climático, el cuidado de la salud, el casamiento de homosexuales».
«Hemos aprendido de la historia que ésta es una nación impulsada por el poder de la gente real», añadió. «El Supremo ha arruinado nuestras oportunidades en el pasado y puede arruinarlas en el futuro. Es necesaria la movilización por el sueldo mínimo y la justicia social».
Pretch dijo que el Senado no debería confirmar un nuevo miembro del Tribunal Supremo de Justicia hasta después de la inauguración del nuevo mandato presidencial el 20 de enero.
«Ésta es una de las elecciones más importantes de nuestras vidas», dijo Ricardo Zamudio, del grupo Arizona Lucha. «COVID-19 ha golpeado más a nuestras comunidades y hay peligros para muchos estadounidenses dado que Trump mantiene una querella contra Obamacare sobre la cual decidirá el Supremo».
En Arizona, la senadora republicana Martha McSally encara el reto del candidato demócrata Mark Kelly, quien según el promedio de encuestas de RealClearPolitic tiene una ventaja de más de seis puntos porcentuales.
Zamudio dijo que «ésto es más que una competencia por un puesto en el Senado: tenemos la oportunidad de volcar el Estado, de derrotar a Trump pero más allá de eso la oportunidad de proteger a futuras generaciones, defender el acceso al cuidado de la salud, de vivir sin el miedo de la deportación».
Por su parte, Maurice Mitchell, del Partido de las Familias Trabajadoras, dijo que «como si todas las cosas terribles que han ocurrido en más de tres años de gobierno de Trump no fueran suficientes, los últimos seis días (desde la muerte de Ginsburg) han dejado en evidencia la urgencia de nuestra lucha».
«Es una lucha contra las fuerzas del autoritarismo y la avaricia», afirmó. «Lo que está en juego no podría ser más grave. Más de 200.000 personas han muerto por COVID-19; las protestas contra la violencia policial encuentran más violencia policial y la de ‘vigilantes’ enviados por el propio Departamento de Seguridad Nacional».
«Están socavando la democracia y ahora el presidente dice que quizá no le interese una transferencia pacífica del poder», añadió.