Abebechb Assefa, directora de programas de desarrollo de Canadá para América Central, participa en una rueda de prensa este miércoles en Tegucigalpa (Honduras). Las mujeres en Honduras siguen siendo víctimas de discriminación y violencia en el país, advirtieron este miércoles la organización humanitaria Oxfam y Canadá, en la presentación de un programa para promover el empoderamiento de ellas. EFE/ Gustavo Amador

Tegucigalpa – Las mujeres en Honduras siguen siendo víctimas de discriminación y violencia en el país, advirtieron este miércoles Canadá y la organización humanitaria Oxfam en la presentación de un programa para promover su empoderamiento.

El director de Oxfam Honduras, George Redman, dijo a Efe que las mujeres enfrentan niveles «muy fuertes» de discriminación, ya que en el país predomina «un patrón de relegar a la mujer al espacio privado y no permitir que participe en espacios públicos».

El país centroamericano tiene «altas» tasas de violencia contra la mujer y «altos niveles de impunidad», a pesar de los avances alcanzados en los últimos años, como una política de igualdad y equidad de género, señaló.

Redman destacó la necesidad de aumentar la presencia de mujeres en política para lograr la igualdad y aseguró que en Honduras «prevalece un sistema patriarcal» que sostiene la discriminación hacia ellas.

«Las mujeres siempre han alzado su voz y cuando vemos lo que se ha logrado a nivel de nuevas leyes y políticas públicas, en papel se ve muy bien (…), pero no se implementan porque en el Presupuesto (del país) no se destinan recursos específicos», enfatizó.

LARGO CAMINO

Aseguró que todavía hay «mucho camino» por recorrer para acabar con la discriminación y la violencia que sufren las mujeres en Honduras, donde representan el 51 % del total de la población.

Para frenar la violencia de género, Redman incide en que la solución pasa por modificar el sistema educativo, terminar con la discriminación de la mujer en las iglesias y sensibilizar sobre la temática a políticos y medios de comunicación.

«Hay mucho que hacer, pero tiene que ser un cambio en cada persona de la sociedad, de modificar esa percepción que relega y discrimina a la mujer y eso se convierte después en acciones de discriminación», explicó.

Con 9,2 millones de habitantes, Honduras registró en 2019 la muerte violenta de 406 mujeres, y más del 90 % de esos casos siguen impunes, según cifras de organizaciones feministas.

PERSONAS DE SEGUNDA CATEGORÍA

«Desde muy joven las niñas aprenden que su destino, en muchos casos, es quedar en el hogar y aceptar que son ciudadanas de segunda categoría, que no tienen los mismos derechos que los varones y que no van a tener las mismas oportunidades», cuestionó.

El director de Oxfam aseguró que la mujer que alza su voz, reclama sus derechos y promueve cambios a favor de la igualdad es «expuesta a la violencia y hasta su vida corre riesgos», y destacó que el Estado tiene la responsabilidad de proteger a las mujeres y generar condiciones idóneas para que ellas vivan libres de amenazas y violencia.

Redman participó hoy, junto a la directora de programas de Desarrollo de Canadá para América Central, Abebech Assefa, en la presentación del programa «Voz y Liderazgo de las Mujeres», orientado a fortalecer las organizaciones de mujeres y promover su participación en los diferentes ámbitos para lograr la igualdad.

Assefa dijo a Efe que la violencia, el embarazo temprano y la dependencia económica afectan a mujeres y niñas e «impide su desarrollo pleno para lograr la igualdad de género», por lo que es necesario fortalecer las organizaciones feministas.

BRECHAS

«El nivel de desempleo es mucho más alto que el de los hombres, las mujeres trabajan de manera informal, trabajan más, pero ganan menos», aseguró.

Otros desafíos que enfrentan las niñas y mujeres en Honduras son los embarazos adolescentes, la falta de acceso a la justicia en relación a la violencia doméstica y de género y la baja participación política, añadió.

Para empoderar a las mujeres, según Assefa, es necesario impulsar la prevención de la violencia y fomentar la educación basada en el respeto a la igualdad.