Fermín Cabanillas | Sevilla (EFE).- La soprano Ainhoa Arteta asegura que estar en el escenario con la cantaora María Terremoto en el espectáculo ‘Que suenen con alegría’ provoca “una energía especial”. Demuestra que “la música es algo que no tiene fronteras de idiomas, religión ni ninguna, porque es universal”.
Lo explica en una entrevista con EFE a punto de repetir cita en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera con este espectáculo. Con él provocan “una energía en el escenario que llega al público, y eso se nota”, mientras dan su propio aire al cancionero navideño.
Tras su estreno absoluto el pasado 30 de noviembre en el mismo Villamarta, el espectáculo visitará, tras repetir en Jerez, Sevilla, Córdoba y Santander. Aunque la soprano alterna todo ello con sus propios recitales, en un diciembre “más que intenso” para ella.
De todas formas, todo el trabajo que le llegue es buena noticia. Sobre todo tras el episodio de salud grave que vivió en 2021 y 2022. Está muy feliz, dice, de protagonizar un espectáculo “que nos deja una sensación buenísima, buenas críticas en general y al público, al boca a boca, contando cosas muy buenas de lo que se le transmite”.
Un espectáculo muy rodado
Tal es la conexión con María Fernández Benítez -María Terremoto-, que mantiene la entrevista a punto de salir para Jerez y enfrentarse al público “ensayando una hora antes”. Recuerda en ese ensayo algunos conceptos básicos de un espectáculo que tienen muy rodados, con esa conexión, “que es muy importante entre nosotras, que se transmite al público, que se van con alegría, nunca mejor dicho”. Esa, dice, “es la principal característica, la más grande” de esta cita.
“Es una locura escuchar cantar a María”, dice la soprano. Cree que uno de los éxitos de ‘¡Que suenen con alegría!’ se basa en que “como artistas nos hemos cogido mucho aprecio, y además contamos con unos músicos estupendos”. Todo unido, demuestra que “la música no tiene fronteras, es universal, algo que trasciende más allá del lenguaje hablado”. Por eso, por encima de lo que expresan las canciones, “tienen tanta fuerza y potencia, y en algunos momentos te pueden trasladar a otra dimensión que no es ni terrenal”.
Ainhoa Arteta va más allá para defender que la música une “distintas religiones, distintas almas”. Esgrime cualquier experiencia de su larga carrera para demostrarlo. En ese punto, se para a hablar de ella misma, de cómo está de salud. En su caso es un comentario que va más allá de un saludo o un formalismo. “Las cosas que no te matan te hacen más fuerte”, resume.
Y con fuerza, y mucha, afronta 2024, donde pondrá voz en enero en el Villamarta a Madame Butterfly, con Enrique Ferrer, Ángel Ódena o Cristina del Barrio junto a ella. Después saldrá salir hacia Granada e interpretar ‘Diálogo de Carmelitas’.
Proyecto a nivel internacional
Luego, están las cosas que no se deben contar, porque hasta que estén cerradas los artistas son reacios a dar detalles. Pero “a finales de año está previsto viajar a Nueva York para cerrar un proyecto que se está cuajando a nivel mundial, muy importante”, Sus maletas prácticamente no serán desechas. Viajará por todo el mundo para participar en distintos actos por el centenario de Puccini.
Mientras tanto está, con dirección musical de Elena López y libreto, iluminación y dirección de escena de Francisco López, en ¡Que suenen con alegría!. Ainhoa Arteta desgrana “un repertorio reconocible por el gran público” que es ofrecido en versiones inéditas y muy cuidadas que exploran las vertientes más memorables y festivas de estas canciones y villancicos.
Ainhoa Arteta y María Terremoto interpretan una veintena de canciones, solos y dúos. Están seleccionados de un catálogo de composiciones actuales, grandes clásicos de la Navidad, villancicos tradicionales, piezas del flamenco y el folclore, y nuevas composiciones musicales.