Tapachula (México) – Decenas de niñas y niños migrantes celebraron este martes el Día del Niño en México desde albergues de paso en la frontera sur del país, mientras esperan el asilo y los papales para llegar de forma legal a la frontera con Estados Unidos.
Uno de estos albergues fue Todo Por Alelos, ubicado en el límite sur de México con Guatemala, donde familias celebraron también el ‘Día del niño migrante’ y se reunieron para compartir alimentos y golosinas, así como sonrisas y alegría con los menores en sutuación de tránsito.
Lorenza Obdulia Reyes, directora de este sitio en Tapachula, en el estado de Chiapas, lamentó que, a diferencia de los niños de su albergue, existan menores migrantes que no tienen la oportunidad de tener un dulce, un plato de comida.
“Eso como madre y como ser humano parte el alma», afirmó.
La directora el albergue calificó la realidad de los migrantes en México como triste y criticó que los adultos los arrastran a la más grande crisis migratoria en Norteamérica con su decisión de cruzar México en busca del «sueño americano».
“La realidad es triste, lastimosamente Chiapas es la cárcel de los migrantes y de los niños, porque en sus decisiones, los papás se llevan ‘entre las patas’ a los menores”, expresó.
La celebración del ‘Día del niño migrante’ se dio entre adornos con globos, una piñata, dulces, postres, juguetes y un ambiente de unidad, sin importar las nacionalidades ni las fronteras.
La migrante de Honduras, Iris Yaneth, reconoció que nunca pensó celebrar el Día del Niño en México, pues en su país se festeja el 10 de septiembre y aseguró que recibieron un buen trato en el albergue.
“Los niños se sienten alegres, les dieron juguetes, comida y refrescos”, detalló.
En tanto, su compatriota de Honduras, Karla Aguilera, consideró que la celebración fue diferente a lo que conocía.
“La verdad es algo diferente porque no me imaginé que para esta fecha celebraban el Día del Niño aquí, en mi país es otra fecha”, dijo.
Como estas mujeres, miles de familias migrantes, se encuentran a la espera de documentos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en la frontera sur del país, que se ha convertido en el primer filtro que enfrentan las personas en su recorrido hacia la frontera norte de México con Estados Unidos.