Los Ángeles – El cantante se convirtió en el noveno español al que la meca del mundo del espectáculo cede un pedazo de su mítica acera. A partir de ahora, el nombre del madrileño compartirá espacio con John Lennon, Paul McCartney y Roy Orbison en la entrada del edificio de Capitol Records, el fragmento del paseo reservado para la música.
«Yo hoy tengo la necesidad de dar gracias al niño que fui y que se empeñó en vivir de lo que soñaba», contó Sanz en una entrevista con Efe minutos después de desvelar su estrella, la número 2,703 del recorrido.
Antes, en su discurso de agradecimiento, el artista deseó que sus padres estuvieran vivos para celebrar con él un momento tan simbólico en su carrera.
«Todo lo demás se movía en otras direcciones. Mi madre quería que trabajara en un banco, en la ventanilla. Mi padre en otra cosa. Me regalaban raquetas para que jugara al tenis… y aquel niño se empeñó en llegar hasta el día de hoy», señaló.
Sanz es el español con el mayor número de premios Grammy en la historia (cuatro) y cuenta con otros 24 Latin Grammy. En 2017 fue honrado por la Academia de Grabación Latina como Persona del Año por su carrera y sus contribuciones filantrópicas.
Así, su estrella en Los Ángeles se suma a una lista de reconocimientos que no han dejado de llegar desde su debut a comienzos de los años 90. Son más de tres décadas, doce álbumes de estudio y conciertos en todo el mundo los que avalan su peso en la industria musical.
Cuando las carreras son muy largas el problema es que tienes muchas oportunidades de decepcionar, por eso se van deteriorando», analizó Sanz.
Sin embargo, desde que publicara «Viviendo Deprisa» en 1991, todos sus discos han debutado en el número uno de las listas españolas y también en lo más alto de Latinoamérica y Estados Unidos.
Por eso, la Cámara de Comercio de Hollywood introdujo a Sanz como uno de los músicos más influyentes del mundo hispano ante la mirada atenta de más de un centenar de seguidores congregados desde primera hora de la mañana.