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Berlín – Alemania, un día después de la derrota ante Francia por 1-0 en su primer partido de la Eurocopa, se debate entre el dolor por haber perdido el partido y la sensación de haberlo dado todo y haber cumplido, lo que da cierto optimismo de cara a los próximos encuentros.

El seleccionador, Joachim Löw, dijo tras el partido que no podía hacerle ninguno reproche al equipo que lo que había dado todo. Lo único, agregó, fue que no pudo ser lo suficientemente contundente en el último tercio.

El lateral izquierdo Robin Gosens, por su parte, lamentó que Alemania no haya aprovechado las dos ocasiones de gol que tuvo. «Ante Francia no sueles tener esas ocasiones», dijo.

A los alemanes les quedan dos partidos de la fase de grupos, ante Portugal y ante Hungría, a los que ahora llegarán con cierta presión para tratar de lograr la clasificación a la siguiente ronda.

Este miércoles ha sido considerado como un día de regeneración, no habrá entrenamiento, pero el cuerpo técnico ya empezará a analizar las cosas que pueden mejorarse de cara al siguiente partido contra Portugal.

En lo personal es de momento poco probable que vaya a haber muchos cambios, si es que hay alguno, en la alineación titular. Ante Francia Löw sacó lo que se considera como su equipo ideal pese a que había dudas de si, justo ante los galos, no debería renunciar a un delantero para fortalecer el centro del campo.

Podría haber cambios puntuales. El defensa Mathias Ginter, por ejemplo, sufrió un golpe por el que fue sustituido y habrá que ver cómo evoluciona de aquí al sábado.

Leon Goretzka podría volver a estar a disposición de Löw, ante Francia estuvo en la tribuna debido a que todavía no está a punto por una lesión muscular, pero las posiciones que podría ocupar parecen cubiertas por Toni Kroos e Ilkay Gündogan.

Los dos cumplieron ante Francia, tanto en lo ofensivo como en lo defensivo recuperando pelotas. La apuesta por los dos implica una vez más «desterrar» a Joshua Kimmich a la banda derecha donde sin duda se siente menos cómodo pese a haber hecho buenos partidos en esa demarcación.

Existe la esperanza de que ante Portugal Alemania tenga más espacios que los que tuvo ante la férrea defensa francesa y que Gündogan y Kroos puedan asociarse mejor con los tres hombres de ataque.

Por detrás de los tres delanteros que empezaron el partido contra Francia -Kai Havertz, Serge Gnabry y Thomas Müller- están Timo Werner, Leroy Sané y Kevin Volland que entraron hacia el final sin demasiada fortuna.

Volland sería, de los tres, el que más podría generar un cambio en el planteamiento alemán pues puede jugar como nueve puro mientras que Sané y Werner son jugadores con desborde, con características similares a las de Gnabry y Havertz.

Los cambios, más que en lo personal, pueden estar en detalles en el planteamiento. Una variante posible es que los dos laterales, Kimmich y Gosens, jueguen más adelantados.

En todo caso, pese a la derrota ante Francia, es poco probable que Löw haga una revolución interna para el duelo contra Portugal. Las modificaciones, sin las hay, serán puntuales mientras que el planteamiento general parece decidido.

Un tema en los próximos días en el campamento alemán serán sin duda los ensayos de las situaciones con balón parado. Ante Francia Alemania no logró llevar peligro con sus saques de esquina ni con faltas lanzadas desde los costados.

Löw le quitó importancia a este problema recordando que Francia es unos de los equipos que mejor defiende esas situaciones desde hace años. Pero es claro que debe tener en la mente la posibilidad de aprovechar la fuerza que tienen en el juego aéreo jugadores como Ginter o como Mats Hummels y que se trabajara en estos días para que los cobros lleguen mejor a su destino.

La derrota ha dejado huella pero también la sensación de que todavía no ha ocurrido nada irreversible.

«Tenemos dos partidos para corregir lo ocurrido», dijo Löw.