Tegucigalpa – Miles de hondureños aún permanecen en albergues de Honduras y para ellos este día no es más que una amarga Navidad después de haberlo perdido todo a causa de las inundaciones provocadas por las tormentas tropicales Eta e Iota.

-Más de 4 millones de personas fueron afectadas por el paso de Eta e Iota en Honduras, miles de ellos tuvieron que refugiarse en los distintos albergues.

Así lo resumió Griselda Mendoza, una madre soltera que permanece en el albergue ubicado en la Villa Olímpica de Tegucigalpa.

Hoy carece de una estufa y un lavadero, para poder cocinar y lavar su ropa.

Cosas que alguna vez tuvo, hoy son su anhelo después de perderlo todo a causa de los efectos de Eta e Iota.

Esta capitalina contó que ya no tiene hogar y sale a vender todos los días pero las ganancias apenas alcanzan para los  gastos diarios.

En este albergue denunció que no tienen ni donde lavar la ropa y cada quien debe solventar por su parte este problema.

Ante la necesidad decidió adaptar una vieja silla como lavandero improvisado con el que lava la ropa de sus hijos y de ella.

Al borde de las lágrimas compartió que jamás imaginó pasar una Navidad así, en un albergue.

Por su situación clamó ayuda para ser reubicada y de ser posible recibir ayuda del gobierno hondureño.

De su parte, la señora Argentina Rodríguez externó que una triste Navidad para todos los que permanecen en albergues.

Recordó que siempre ha vivido humildemente pero nunca le ha faltado su arbolito de Navidad, algo que hoy parece ser un lujo para los ciudadanos que permanecen en distintos albergues del país.

Recriminó que en el albergue pasan solos y no reciben ayuda de parte de las autoridades.

Su futuro se torna incierto al saber que su casa fue totalmente destruida por las inundaciones.

Enfatizó que es una triste Navidad para quienes se encuentran en los distintos albergues.

 Al igual que estas dos hondureñas, miles más de hondureños fueron damnificados por las amenazas climatológicas que afectaron a la región centroamericana.