Ciudad de Panamá – Una veintena de países de América acordaron la creación de una mesa de trabajo para atender los crecientes flujos migratorios irregulares a nivel continental, con prioridad en asuntos como la estabilización de las comunidades receptoras de migrantes y atención de las causas de la migración.

La reunión ministerial sobre Migración que culminó este miércoles dio como resultado «planificación, pero también acciones» concretas para atender el fenómeno migratorio y sus causas, dijo al cierre del evento el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

La creciente migración que recorre el continente, la gran mayoría con destino declarado Estados Unidos, es un desafío que «tenemos que resolver de forma mancomunada y ese fue el corazón de nuestros debates» en la cita de alto nivel, afirmó Blinken.

El alto funcionario del Gobierno de Joe Biden habló de la lucha contra la corrupción, del combate al cambio climático y de la mejora de la democracia como vías para desalentar la migración.

También señaló la necesidad de una «coordinación transversal» que incluya a la banca multilateral para «ofrecer más oportunidades a las personas».

El trabajo avanzado en esta reunión organizada por Panamá «va a seguir en la Cumbre de las Américas» en junio próximo en Los Ángeles (EE.UU.), dijo Blinken.

En ese contexto, destacó el acuerdo suscrito en el marco de esta reunión por los Gobiernos de Panamá y EE.UU. para «mejorar la gestión de la migración irregular, ampliar esfuerzos de estabilización a favor de las comunidades receptoras y poblaciones desplazadas, así como incrementar la protección al migrante y su acceso a alternativas legales».

«Así es como nosotros profundizamos nuestra cooperación» dijo Blinken, que agradeció a Panamá por ser «líder» del debate migratorio y un «socio en la materia».

El acuerdo suscrito con Panamá también se firmó, en marzo pasado, con Costa Rica y EE.UU. y se espera que otros países también lo hagan, agregó.

UN FENÓMENO GLOBAL

La creciente entrada a Panamá de migrantes irregulares a través de la peligrosa jungla del Darién, su frontera con Colombia, consolida a Centroamérica como la ruta de miles de personas de todo el mundo que buscan el «sueño americano» en Estados Unidos.

A la cifra histórica de más de 133.000 migrantes procedentes de 35 países en tránsito por Panamá tras cruzar la jungla del Darién, se han sumado en el primer trimestre de este 2022 otros 13.425, más del doble de los 5.622 del mismo período de 2021, según datos oficiales panameños.

«Esto no es un fenómeno de EE.UU solamente, ni de Centroamérica, ahora es un fenómeno global», dijo en una entrevista con Efe el secretario de Seguridad estadounidense, Alejandro Mayorkas.

MESA DE TRABAJO Y UNA HOJA DE RUTA CLARA

La canciller de Panamá, Erika Mouynes, destacó el «avance sin precedentes» que se consiguió en la cita culminada este miércoles, que siguió a una primera convocada por este país en agosto pasado según recordó.

«Atender el fenómeno de la emigración irregular es una prioridad en nuestras agendas y nos hemos comprometido a hacerlo de forma conjunta. Ese es el gran triunfo de esta reunión», afirmó.

Mouynes aseveró que se ha identificado «el marco institucional y multilateral que requiere la región para garantizar una respuesta sostenible y humanitaria a los altos flujos de migración transcontinental», así como también la necesidad de financiación que necesitan los Estados afectados por la migración desde su origen, tránsito y destino.

En esta cita se definieron como ejes de trabajo la «estabilización de las comunidades receptoras de migrantes y su recuperación tras la pandemia.

También «la atención a las causas de raíz, incluyendo desarrollo de infraestructura y necesidades básicas, en los países de origen como mecanismo para desincentivar los flujos migratorios irregulares», y la «corresponsabilidad en la atención al fenómeno entre los países de origen, tránsito y destino».

Los ministros de Exteriores y de Seguridad reunidos en Panamá coincidieron en la necesidad de combatir la trata de personas y los carteles que promueven la desinformación y pone en riesgo la integridad física de los migrantes que son víctimas de sus redes de tráfico, dijo la Cancillería panameña.