Jerez de la Frontera (España) – La cantante española Ana Torroja, que ha estrenado recientemente el disco «Mil razones», considera que la música «es una medicina maravillosa» porque, «de tener efectos secundarios, sólo son positivos».
«Es de esas cosas que te hacen estar en el presente, por eso, cuando una va a un concierto no piensa, solamente siente y vive, y eso te da una felicidad máxima», explica en una entrevista con Efe.
Torroja, que fue cantante del famoso grupo español Mecano, actuará el 5 de agosto en el Tío Pepe Festival de Jerez de la Frontera (sur español).
Volver a los escenarios tras un año y medio de pandemia le provoca muchas emociones y se siente en cada uno de ellos «como si fuera la primera vez». «No hay nada que pueda emular a un concierto en directo. Va a ser increíble para todos, porque lo necesitamos mucho», comenta.
Acompañada por distintos productores, que han puesto su sello personal en estas nuevas canciones, «Mil razones» es un disco «lleno de mundos y colores», que se ha hecho «con mucho tiempo», obligado en parte por la pandemia, pero que ha permitido «sorpresas y regalos» como el sencillo «Hora y cuarto», junto a la también cantante española Alaska.
«Solo necesitaba una razón para sacar un nuevo disco y los productores me han dado motivación, ilusión e inspiración. Necesitaba una, pero me han salido tres, y en el disco hay mil», dice la artista, nacida en Madrid (1959), para quien la música es «una gran compañera de pandemia».
La experiencia de 40 años
Estos días se ha cumplido el 40 aniversario de la publicación del primer sencillo de Mecano, «Hoy no me puedo levantar». Y de la Ana Torroja del pasado pervive esa ilusión por hacer algo que, asegura, le encanta y le apasiona, aunque ha cambiado la inseguridad que tenía en aquella época por experiencia.
«Somos lo que hemos vivido. Lo bueno, lo malo y lo regular, y así soy yo», sentencia.
Entre esas canciones de Mecano que han marcado una época se encuentra «Mujer contra mujer», un himno a la libertad de amar que la artista no ha dejado de cantar.
«Esta canción sigue siendo necesaria y hay que seguir cantándola por la libertad de amar, porque, aunque se ha avanzado mucho, hay todavía, desgraciada e incomprensiblemente, mucho odio y poca tolerancia y respeto. La vida es diversa y el amor también lo es», afirma tajante.
De vuelta a los escenarios
Tras un año sin conciertos (y con muchas restricciones), Torroja cree que es «maravilloso» poder encontrarse de nuevo con la gente, esta vez en el Tío Pepe Festival.
Un concierto de Ana Torroja es, según define la propia artista, «un viaje lleno de éxitos», donde el público se encuentra con «gran parte de la banda sonora de su vida», canciones que elige ella misma pensando en lo que la gente quiere escuchar, aunque al final de la actuación se permite abrir «las peticiones» y que sean los asistentes los que pidan una canción.
«Si alguien se queda sin escuchar su canción y no se puede ir a casa sin ella, al final abro las ‘peticiones del oyente’ y me quedo en el escenario cantando a capela lo que me pidan», que es un momento, resalta, «mágico, divertido y muy bonito».
Aunque asegura que no quiere meterse en problemas, lamenta que no se permita al público levantarse de los asientos para bailar. «Entiendo que no se arremolinen ni se junten, pero si están todos con la mascarilla ¿por qué no se pueden levantar y bailar?», se pregunta la artista madrileña sobre estas restricción.
«Eso me da mucha rabia y mucha pena, que estén quietos en sus asientos. Me va a resultar un poco duro, pero si es lo que hay que hacer, seremos responsables y disfrutaremos de ese modo», se resigna.