Tegucigalpa (Por Ronald Ordóñez) – El reto de reducir la tasa de analfabetismo a una cifra menor de cinco decimales para poder adquirir la categoría de país libre de este lastro, es un problema viejo en Honduras, pero con la llegada de la pandemia a causa de la COVID-19 se suman nuevos actores.
– Más de 800 mil personas en Honduras entran en la categoría de analfabetas. La pandemia dejó fuera del sistema educativo a más de un millón de niños en edad escolar quienes pueden ingresar en la categoría de nuevos actores de este viejo problema.
– Los próximos tres años son fundamentales para alcanzar niveles óptimos y con voluntad política se puede aspirar a llegar a cifras requeridas por la Unesco para declarar un país libre de analfabetismo.
– Honduras solo cuenta con un municipio declarado libre de analfabetismo, se trata de Puerto Cortés, al norte del país.
Así lo manifestó a Proceso Digital Martha Leiva, gerente de estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) quien compartió que la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples de octubre de 2021 revela que la tasa de analfabetismo a nivel nacional es del 12 %, significa que 12 de cada 100 personas en el país centroamericano no pueden leer ni escribir.
Sin embargo, la Encuesta Permanente de Hogares revela otros indicadores sobre este tema, uno de los más importantes es que cada vez se suman nuevos actores a esta problemática del país.
La pandemia ha dejado fuera del sistema educativo a dos millones de estudiantes y esto viene a contribuir a que esta vieja problemática tenga actores nuevos, reflexionó la entrevistada.
Estadísticas desagregadas
La estadísticas desagregadas sobre el tema permite la comprensión total y poder tomar decisiones luego que las mismas revela que las mujeres son la que más sufren este flagelo, los adultos mayores conforman el mayor grupo de analfabetas del país y es el área rural la que más resiente el impacto del analfabetismo, asoció la entrevistada.
La tasa de analfabetismo continúa siendo mayor en la población del área rural con un 18.9% frente a un 6.8% en el área urbana, comentó.
Entre tanto, cuando se analiza la brecha de género las estadísticas muestran que para los hombres el analfabetismo es del 11.7 % y las mujeres 12.2 %, por área de residencia y sexo el área urbana es de 6.3 % para los hombres y de 7.3 % para las mujeres mientras que para el área rural siguen siendo mayores para ambos sexos de 18.6 % y 19.2 % respectivamente.
Al analizar las tasas de analfabetismo por grupos de edad, se aprecia que los grupos de mayor edad presentan las tasas más altas, para el grupo de edad de 60 y más años, el analfabetismo es de 33.7 % para las mujeres y 26.3 % para los hombres a nivel nacional es de 30.3 %. En las edades de 15 a 18 años para las mujeres es de 1.7 %, para los hombres de 2.9 % y el total nacional de 2.3 %, desglosó.
Cuando se analiza este mismo tema desde el punto de vista de acceso a la educación, las estadísticas revelan que los años de estudio promedio de la población de 15 años y más, para el Distrito Central es de un 9.7 % y de 9.0 % para la ciudad de San Pedro Sula.
La tasa de cobertura neta en el nivel para la educación media para las personas de 15 a 17 años es de 27.7 %, para el área urbana 35.8 % y 18.5 % para el área rural, lo anterior revela que las personas cuya residencia se encuentre en el área rural tienen menor acceso a la educación.
La pandemia y su impacto
A la espera de la encuesta que se concretará a final del presente año, los datos de la encuesta del año 2021 muestran que los jóvenes no tenían acceso al tema de la tecnología que fue lo que más se utilizó durante la pandemia, razonó la encargada de estadísticas del INE.
“Lo anterior provocó que muchos jóvenes dejaran de estudiar y las coberturas de educación muestran que tuvimos una baja en los niveles de básica, media y el nivel superior”, acotó.
“Sí ha afectado y aún no llegamos a la normalidad de tener los niveles de cobertura que teníamos antes de la pandemia, antes el mayor nivel de alcance a la educación lo tenían el nivel de básico, es decir quienes cursan de primero a noveno grado, pero hoy todas las coberturas han bajado”, externó.
La tasa de cobertura a nivel nacional es de 50.4 %, en la población de 3 a 5 años es de 25.2 %, de 6 a 11 años es de 77.2 %, de 12 a 14 años 42.2 % y para la población de 15 a 17 años la cobertura es de 27.7 % esto quiere decir que aproximadamente la cuarta parte de los jóvenes entre las edades de 15 a17 años está asistiendo a un centro de enseñanza, lamentó.
Ayuda externa
La viceministra de Asuntos Técnicos Pedagógicos de la Secretaría de Educación, Marisela Figueroa dijo a Proceso Digital que con el objetivo de reducir el analfabetismo a una cifra menor del 5 %, que es lo que pide la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para declarar un país libre de analfabetismo, se ha solicitado la ayuda del gobierno de Cuba.
En ese orden, se firmó un convenio para que lleguen al país centroamericano andragogos cubanos quienes son considerados los mejores en la educación de adultos en Latinoamérica, indicó la funcionaria.
En ese contexto próximamente llegará al país un equipo de especialistas cubanos quienes compartirán sus técnicas con los docentes hondureños quienes a su vez implementarán la Estrategia Nacional de Reducción de Analfabetismo, comentó.
Recordó que en la actualidad el país centroamericano solo cuenta con un municipio declarado libre de analfabetismo, se trata de Puerto Cortés, el mismo alcanzó este objetivo en el año 2008, desde entonces ningún otro municipio de departamento ha alcanzado esta meta, pero se debe tomar en cuenta que hasta este año se activa nuevamente la Estrategia.
“Desde entonces no había retomado el tema, hasta ahora y hoy lo hacemos como gobierno porque es un tema sensible y social. El saber leer y escribir es un tema inalienable”, declaró.
Señaló que se trata de casi un millón de hondureños que no cuentan con capacidades de lectoescritura, pero se prevé que en el actual gobierno se avanzará hasta una cifra menor del 5 % a nivel nacional.
Tres años claves
De su parte, Joel Navarrete, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh) comentó a Proceso Digital que con voluntad política en los próximos tres años se pueden llegar a niveles óptimos de tasa de analfabetismo e incluso aspirar a lograr la meta solicitada por la Unesco para declarar el país libre de este flagelo.
El dirigente magisterial tomó a bien el retorno de cubanos para la implementación de la Estrategia Nacional y la reactivación del programa Yo Sí Puedo.
Al respecto, explicó que los docentes cubanos no vienen al país a quitarle el trabajo a nadie ya que no impartirán clases, su trabajo consistirá en reforzar las técnicas que se utilizan en la actualidad y también en diseñar dicha estrategia.
Pidió a sus colegas no caer en el pensamiento que los extranjeros les vienen a quitar su puesto de trabajo.
Consideró que los tres años siguientes son claves para avanzar en este viejo problema en Honduras, pero la actual problemática son los retos de la pandemia la cual dejó a más de un millón de niños en edad escolar fuera del sistema educativo.
Para lograr las cifras óptimas de alfabetización se debe atender el reto de lograr la reinserción de dicha cantidad de niños en edad escolar al sistema educativo nacional.
Recordó que unos 58 mil niños, según cifras de la docencia, cambiaron la mochila escolar por la mochila de la migración, ese es otro indicador que la tasa de alfabetización se mantiene en el país sin lograr avanzar hacia la reducción.
Otra arista del analfabetismo
De su lado, el doctor en economía, Claudio Salgado, señaló a Proceso Digital que la reducción del poder adquisitivo de la población hondureña, es otra arista del analfabetismo.
El analfabetismo incrementa la desigualdad social y con ello se fomenta la reducción del poder adquisitivo ya que simplemente al no poder optar a trabajos que requieren competencias específicas, los núcleos familiares reducen su acceso al dinero y pierden poder adquisitivo.
Los analfabetas tienen altas limitaciones académicas y no pueden acceder a trabajos específicos, por lo que solo pueden optar a labores de baja remuneración, caviló el economista.
Subrayó que quienes no cuentan con capacidades de lectoescritura solo pueden aspirar a trabajar en una maquila como operario, pero aun así la demanda de trabajo es mayor que la oferta.
La respuesta es inversión
La respuesta al analfabetismo no es otra más que inversión en educación, pero no se trata de aumentar el presupuesto y ya, sino de mejorar la infraestructura de los centros educativos, dirimió Salgado.
El tema de inversión también pasa por incorporar la tecnología al sistema educativo nacional, zanjó.
No obstante no se debe caer en el abuso de la tecnología que es algo que sucedió durante la pandemia. “Yo doy clases superiores a nivel de doctorado y los niveles de educación que muestran los profesionales son bajos después de haber incursionado en la virtualidad durante toda la pandemia”, compartió.
Invertir en educación también pasa por el combate al establecimiento de nuevos centros educativos incluso a nivel de universidades que “prácticamente” regalan los títulos ya que son empresas que solo buscan lucrar.
En este tema también se debe actualizar el currículo escolar. ¿De qué sirve aprenderse las montañas y ríos del mundo?, en la actualidad se debe centrar esfuerzos pedagógicos en las clases de español, matemáticas y dotar de al menos un idioma extra a los estudiantes.