Dacca – La actriz estadounidense Angelina Jolie, enviada especial de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), pidió hoy «compromiso» a Birmania (Myanmar) para acabar con la crisis en el estado de Rakáin, después de entrevistarse con refugiados rohinyás en los campamentos de Bangladesh.
«Urjo a las autoridades de Birmania a que muestren un compromiso genuino para acabar con el ciclo de violencia y desplazamientos y mejorar las condiciones para todas las comunidades en el estado de Rakáin», afirmó Jolie a periodistas tras una visita al campamento de Kutupalong, el mayor del país.
La artista de 43 años, quien llegó ayer a Bangladesh como parte de una visita de tres días, sentenció que aquellos responsables de «violaciones contra los derechos humanos» deben ser llevados ante la Justicia.
Tras una breve visita el día de su llegada a un campamento de refugiados en el suroeste del país, hoy prosiguió su periplo por estos campos, donde se reunió con algunos de los más de 738.000 rohinyás huidos de Birmania desde agosto de 2017, cuando estalló la violencia en Rakáin.
Jolie describió como «profundamente triste» su experiencia de conocer a familias que se han enfrentado toda su vida a la persecución y al sentimiento de ser apátridas, y que se quejan de «ser tratados como ganado».
En cuanto a la repatriación de los refugiados de esta minoría musulmana, cuyo primer intento fracasó el pasado noviembre por falta de voluntarios, la enviada especial de la Acnur defendió que es responsabilidad del Ejecutivo de Naipydó garantizar sus derechos para que puedan regresar.
«Ayer conocí a una mujer, una superviviente de violación en Birmania, y me dijo: ‘Tendrás que dispararme donde estoy antes de volver sin mis derechos», comentó la actriz.
Al término de su viaje, Jolie se reunirá en Dacca con la primera ministra bangladesí, Sheikh Hasina, el ministro de Exteriores, A.K. Abdul Momen, y otros altos cargos para debatir el papel de la Acnur en la respuesta a la crisis y la necesidad de soluciones sostenibles.
Su visita se produce en vísperas de la presentación por parte de Naciones Unidas de su plan de respuesta conjunta para 2019, con el que espera recaudar unos 920 millones de dólares para continuar cubriendo las necesidades básicas de los refugiados rohinyás.
Este es el primer viaje de la enviada especial a Bangladesh, si bien en una visita a Birmania en julio de 2015 y en otra a la India en 2006 ya se había reunido con miembros de esa minoría musulmana.
Más de 738.000 miembros de la comunidad rohinyá han huido a Bangladesh después de que un ataque de un grupo insurgente motivó una ofensiva militar del Ejército birmano en el estado occidental de Rakáin, donde se calcula que vivían alrededor de un millón de miembros de esta minoría musulmana.