La cantante brasileña Anitta. EFE/Nico Rodríguez/Archivo

Sao Paulo – El «bloco» (comparsa) de la cantante Anitta, en Sao Paulo, y el multitudinario y tradicional desfile del Monobloco, en Río de Janeiro, pusieron este domingo punto final al Carnaval brasileño, que a pesar de haber terminado oficialmente el Miércoles seguía todavía con su jolgorio en este fin de semana.

En Sao Paulo, la mayor ciudad del país y que según datos de la Alcaldía movilizó a quince millones de personas en los festejos callejeros y en el sambódromo de Anhembí durante los cinco días del Carnaval, Anitta y artistas como Daniela Mércury y Preta Gil comandaron sus propias comparsas en la despedida carnavalesca.

Anitta, la «reina del pop brasileño», se había despedido del Carnaval en su natal Río de Janeiro el sábado cuando comandó también su propia comparsa, la del Bloco das Poderosas, un homenaje a su primer éxito musical «Show das poderosas».

El centro de la ciudad y barrios bohemios como Pinheiros, Vila Madalena e Itaim Bibí fueron inundados por un ríos humanos, con personas que se negaban a decirle «adiós» a la mayor fiesta popular del país suramericano.

En Río de Janeiro no fue diferente y diversos «blocos» salieron también a las calles para contagiar de alegría al público, como el tradicional Monobloco, que en la celebración de sus veinte año puso a «sambar» a miles de personas en el centro de Río de Janeiro al compás del popular cantante Pedro Luis.

Otras capitales, como Recife y Salvador, las mayores metrópolis de la región Noreste y famosas también por sus multitudinarios festejos de Carnaval en las calles, tuvieron este domingo una última programación con desfiles, presentaciones y los acostumbrados «blocos» y «tríos eléctricos» (camiones gigantes de sonido).

En Olinda, región metropolitana de Recife y famosa por su Carnaval al estilo tradicional, el público se despidió con el «bloco» del Camburao da Alegría, creado por policías militarizados y que este año promulgó el combate a la violencia contra las mujeres.