Tegucigalpa (Por Isis Rubio) – La crisis en el sector Salud no pasó desapercibida durante este 2023, donde fueron constantes las protestas por falta de insumos, medicamentos, personal sanitario y tratamientos, pero que se matizó por las tomas de instalaciones de los colectivos del Partido Libertad y Refundación (Libre), quienes se dieron el lujo de quitar altos cargos de recintos sanitarios.
– En septiembre de este año, el gobierno de Honduras rechazó la asistencia económica de España para construir tres hospitales y dijo que se harán con fondos propios.
A este drama del sistema sanitario se sumaron casi un centenar de muertes por COVID-19 y dengue, así como incremento de casos de malaria y los conmovedores reclamos de pacientes oncológicos y renales. El vencimiento de un lote de millones de vacunas antiCovid fue otro de los tristes episodios en el ramo.
Las tomas recurrentes de colectivos
El sistema de salud se mostró indefenso ante la presión que ejercieron los colectivos de Libre en hospitales y centro asistenciales por la asignación de plazas y destituciones de altos cargos que no eran de su agrado.
En ciertos lugares se tomaron las instalaciones, en otros impidieron el ingreso de las autoridades y en algunos se aliaron con el sindicato para llevar a cabo la declaratoria de asambleas informativas que se traducen en paro de labores.
En cualquiera de los escenarios, los colectivos sólo tenían un propósito: generar presión para que se asignaran plazas laborales a los simpatizantes de esta fuerza de choque del actual partido en el poder.
Los principales centros de salud tomados por los colectivos fueron el Alonso Suazo, Las Crucitas, 3 de Mayo, Los Pinos, San Miguel, Divanna, así como hospitales en el interior del país, como en Trujillo, Choluteca y El Progreso, en este último lograron la destitución de las máximas autoridades.
Bochornosos escenarios evidenciaron la influencia y el poder de estos grupos oficialistas de choque.
Interminable crisis en los nosocomios
El Instituto Nacional Cardiopulmonar (INCP), más conocido como “El Tórax”, reportó con urgencia la reparación o compra tanto del angiógrafo como del tomógrafo, maquinaria imprescindible para salvar vidas.
El centro asistencial reportó un aproximado de un centenar de muertes de pacientes las que se asocian a la carencia de exámenes que dependen de estos aparatos médicos.
El Tórax es uno de los centros hospitalarios especializados con mayor prestigio en el país, sobre todo durante la pandemia del COVID-19, periodo donde jugaron un papel preponderante, pero este centro hospitalario mantiene serias carencias, que son realidades palpables, pero que a la par no son atendidas.
En la actualidad una de las principales necesidades del hospital es la reparación o compra del tomógrafo, el que está en mal estado desde hace dos años.
La misma situación ocurre con el angiógrafo que lleva mucho tiempo dañado, las autoridades han prometido la reparación de este importante equipo médico, sin embargo, hasta la fecha, se cuenta como las tantas promesas incumplidas.
Asimismo, presenta una mora de unos 500 pacientes pendientes para hacerse un procedimiento de cardiología.
El emblemático centro asistencial algunas veces logra resolver por el apoyo que les brinda el Hospital Escuela, sin embargo, ellos también tienen demasiada demanda y no es suficiente.
Las autoridades lamentaron que el cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias están en aumento.
Igualmente, los médicos del Tórax se declararon durante el año en calamidad ante la falta de hilos de cirugía, guantes, algodón y otros insumos.
Mientras que los miembros del Sindicato San Felipe, denunciaron que no cuentan con agua ni insumos para realizar hemogramas a pacientes, una realidad histórica sin atender.
Ese centro asistencial vivió un calvario, ya que también hay una serie de problemas donde los colectivos de Libre también se lo tomaron en varias ocasiones.
Asimismo, se reportaron graves problemas en el área de lavandería y hasta la falta de alimentación y tortillas.
Otro de los problemas que se presentaron en el centro asistencial fue con los pacientes oncológicos donde más de 400 pacientes con cáncer clamaron por sus vidas y sus tratamientos, una historia que se repite con frecuencia en el sistema público.
El problema se generó con el daño de las máquinas de cobaltoterapia que son obsoletas, de los años 70, 80 del siglo pasado, y han tenido desperfectos mecánicos y se han ido reparando, pero ya están desfasadas.
Tras varios meses de estar luchando por su tratamiento, las autoridades lograron un convenio con el Centro de Cáncer Emma Romero de Callejas para la atención de las pacientes.
Mientras que en el Hospital Escuela, empleados alertaron sobre el proyecto de descentralización mismo que fue analizado conjuntamente por los distintos sectores sanitarios y administrativos y concluyen que la propuesta no procede.
Los hospitales psiquiátricos también se mantuvieron activos durante el presente año, con convocatorias a asambleas informativas por falta de medicamentos, insumos o falta de pago.
Mientras las muertes por enfermedades no transmisibles como cáncer, diabetes e hipertensión han aumentado en el país en los últimos años, el número de especialistas médicos para atender estas y otras patologías se reduce, en un reflejo de la involución del sistema sanitario hondureño.
Y para colocar una cereza en el pastel, el pasado 10 de octubre, se detalló que habían identificado a tres personas como sospechosas de arruinar 140 mil 189 dosis de vacunas debido a fallas en la cadena de frío en la zona norte del país.
La investigación continúa a través de la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate contra la Corrupción Pública (Fetccop), del Ministerio Publico de Cortés.
Médicos cubanos
El director del Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones (INJUPEMP), Amable de Jesús, anunció que un convenio firmado establece que médicos cubanos llegarán al país y atenderán a población jubilada.
Dijo que en el caso de INJUPEMP, aprovechará de forma particular adhiriendo al convenio porque vienen nueve médicos geriátricos, que atenderán unos 22 mil jubilados.
Se van a abrir siete clínicas de geriatría en los principales hospitales del país donde el INJUPEMP tiene convenio.
Hernández citó que hay un fondo de ahorro de la institución de 40 millones de lempiras que está disponible para poner a funcionar las clínicas para atender a los adultos mayores jubilados.
Por su parte, la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Helga Codina, respondió que como ente gremial no se oponen a la llegada de galenos cubanos al país, pero estos deben pasar por un proceso de acreditación y certificación.
Aseveró que la llegada de los médicos cubanos contribuye en una parte, pero no resuelve el gran problema del país, al tiempo que recordó que el CMH es el que regula el ejercicio médico profesional, por lo que deben pasar un proceso de revisión en ese ente gremial para recibir la acreditación respectiva.
Mencionó que en el gremio médico hondureño existe mucho desempleo, por lo que traer galenos de otro país representa que se le quita una plaza a los nacionales.
En ese sentido, la galena pidió la apertura de concursos para médicos hondureños.
“En Salud lo que más ha faltado es voluntad para hacer las cosas bien y capacidad para ejecutar el Presupuesto, el crecimiento de la población no es proporcional a la cantidad de médicos empleados, por lo que urge que se hagan nuevos concursos”, apuntó.
Silencioso pero mortal COVID-19
De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud de Honduras desde enero hasta noviembre del presente año un total de 57 hondureños a causa de la COVID-19. Falta por cotejar las estadísticas de los últimos dos meses.
La actual tasa de letalidad es de 0.77 %, muy por debajo de los picos presentados en los primeros años de la pandemia, pero que representa una gran cantidad de muertos por el virus.
En total durante más de tres años de pandemia los casos positivos acumulados se cifran en 473 mil 256.
Los decesos por esta enfermedad en los 45 meses de pandemia suman 11 mil 118, cifra que es refutada por las funerarias que registran más del doble del dato oficial.
Entre tanto, las dosis de vacunas aplicadas contra el virus ascienden a más de 16 millones.
En este tema, las secuelas y enfermedades por el COVID-19 no deben subestimarse. Ya hay muchos estudios sobre las múltiples consecuencias en la calidad de vida de las personas que persisten con problemas de salud luego de haber sufrido el virus.
Segundo año más letal por dengue en última década
El dengue no es una nueva enfermedad que perjudica el territorio hondureño, anualmente se reportan casos y fallecidos.
Según datos de la Secretaría de Salud, hasta la semana epidemiológica número 44, se registraron unos 24 mil 654 casos de dengue, de las cuales, 167 son dengue grave.
La región metropolitana sanitaria del Distrito Central es la zona donde se reporta mayor cantidad de casos con un total de siete mil 477, seguido de Comayagua con cinco mil 622, mil 549 en Yoro, mil 172 en Olancho y mil 141 en la metropolitana de San Pedro Sula.
Igualmente, la Secretaría de Salud confirmó 23 decesos de dengue: 16 en Comayagua, tres en la metropolitana del Distrito Central, dos en Cortés, uno en Santa Bárbara y uno en La Paz.
Asimismo, de los 23 decesos: nueve son hombres (todos procedentes de Comayagua y 13 mujeres (siete en Comayagua), tres en el Distrito Central, dos en Cortés, uno en Santa Bárbara y uno en La Paz, la mayoría de las muertes son menores de edad.
La exministra de Salud, Roxana Araujo sugirió a las autoridades sanitarias una campaña ofensiva a partir del 2 de enero de 2024 para contrarrestar la enfermedad de dengue que este año es el segundo con decesos en la última década.
Apuntó que poco o nada se puede hacer en control y prevención del dengue en los estertores de este año, por lo que, las acciones deben redoblarse a inicios de 2024.
Malaria, otra amenaza
El 98 % de los casos de malaria se concentran en el departamento de Gracias a Dios, situación que preocupa a las autoridades, dijo el coordinador de la atención de la malaria de la Secretaría de Salud, Francisco Medina.
Asimismo, dijo que con control epidemiológico, las autoridades de Salud buscan realizar pruebas a migrantes para controlar casos de malaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó recientemente de un aumento de casos de malaria en siete países de América, entre ellos Honduras.
En 2022, al menos 343 personas murieron a causa de la malaria en América Latina, lo que supone una caída del 60 % respecto al mismo dato del año 2000, según el informe global sobre esta enfermedad publicado por la OMS.
Sin embargo, el informe de la OMS también alerta de un aumento de casos de malaria en siete países del continente americano el pasado año: Costa Rica, Bolivia, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua y Panamá.
Centros de estabilización y medicamentos para 2024
El ministro de Salud, José Manuel Matheu, anunció que este mes inicia la construcción de los centros de estabilización de emergencia y se inaugurarán los primeros en abril de 2024.
Igualmente, citó que su gestión ha contratado el 50 % de los médicos de toda la historia e incluso en algunas carreras han llegado hasta el 60 %.
Además, la participación de 36 empresas de la industria farmacéutica hondureña, brindaron ofertas para la adquisición de medicamentos del año 2024, en una inversión de unos 2 mil millones de lempiras.
Desde agosto pasado inició el proceso para la Licitación Pública Nacional, sometiéndose un total de 383 productos del listado nacional de medicamentos esenciales cuyo financiamiento será con fondos nacionales.
Matheu anunció como “regalo de navidad al pueblo hondureño” que ahora sí va en serio con la construcción de los hospitales, y del búnker de oncología.
Especificó que se está por iniciar la construcción de los hospitales de Ocotepeque, Salamá y Santa Bárbara a través de la Secretaría de Infraestructura a la que transfirieron los primeros 67.8 millones de lempiras de fondos propios, en tanto el gobierno hará otras transferencias para que los nosocomios sean una realidad.
Igualmente, está por iniciar la licitación y adjudicación durante la primera quincena de diciembre del hospital materno neonatal de Copán con capacidad de 78 camas y 81 cunas.
Hay también procesos de licitación de los hospitales de traumatología de Tegucigalpa y San Pedro Sula, con 150 camas cada uno.
En tanto, con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) se está con la construcción de los hospitales de Choluteca y Tocoa, con 140 camas y 114 camas, respectivamente. Además, el búnker de oncología que se instalará en el Hospital San Felipe.
Lamentó que siempre existan “aves agoreras” que critican las acciones de la Secretaría de Salud y no reconozcan los logros de su gestión en dos años.
Así acaba un año agitado en el sistema sanitario público, donde los reclamos afloran por la negligencia de sus autoridades.