
Tegucigalpa- El coordinador del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), Mauricio Díaz Burdett, advirtió sobre las complejas repercusiones que tienen los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump en el comercio internacional, y especialmente en la economía hondureña.
A su juicio, la decisión del presidente estadounidense representa un quiebre con la lógica tradicional del libre mercado y obliga a países como Honduras a replantear estrategias con creatividad y responsabilidad.
“Esto es exactamente lo contrario de lo que venía ocurriendo antes. La potencia más grande del planeta está interviniendo de forma directa en políticas comerciales, rompiendo con el principio del libre mercado que por años se ha promovido como norma internacional”, explicó Díaz Burdeth.
Fin del libre mercado y surgimiento de la geopolítica comercial
Para el coordinador del Fosdeh, los aranceles no son solo una herramienta económica, sino una nueva forma de negociación política, donde los intereses de Estados Unidos se anteponen al sistema comercial global. “El libre mercado está en una caída prácticamente vertical. Lo que vemos ahora es un mecanismo de negociación guiado por intereses políticos, no por reglas del comercio internacional”, indicó.
Díaz Burdeth destacó que esta situación genera una intensa discusión a nivel académico, pero también obliga a actuar con pragmatismo ante los retos económicos que se avecinan. “Además de preocuparnos, debemos ser creativos para enfrentar las dificultades. El reto es cómo minimizar el impacto de los aranceles sin trasladar el incremento de costos al consumidor final”, señaló.
Productos hondureños no son esenciales para EEUU
El experto también fue claro en advertir que los productos que Honduras exporta a Estados Unidos —principal socio comercial— no son de naturaleza indispensable, lo que aumenta la vulnerabilidad del país frente a este tipo de medidas. “No estamos exportando tecnología de punta o productos irremplazables. Lo que mandamos puede ser sustituido por productos internos de EEUU o de otros países con los que negocien mejores condiciones”, explicó.
En ese contexto, advirtió que una eventual desaceleración económica en Estados Unidos —producto de sus propias políticas proteccionistas— podría afectar directamente a Honduras en términos de exportaciones, empleo e ingreso nacional. “Si en EEUU baja la actividad económica y se restringe el ingreso de las personas, eso afectará su consumo y, por ende, nuestras exportaciones», afirmó.
Sobre la forma en que deben responder los países afectados, Díaz Burdeth hizo un llamado a la serenidad, la diplomacia y el profesionalismo. Aunque las declaraciones de Trump suenen groseras o sean exabruptos evidentes, hay que recordar que las hace uno de los hombres más poderosos del planeta. No es lo mismo que lo diga él a que lo diga cualquier otra persona, sostuvo.
Por eso, insistió en que Honduras debe cuidar su lenguaje y postura oficial ante estos temas. “Debemos tener la compostura adecuada, ser lo suficientemente profesionales para presentar propuestas aceptables, no solo ante el país con el que queremos negociar, sino también pensando en el bienestar de nuestra población”, concluyó.