Tegucigalpa – Una madre hondureña que vive en Estados Unidos fue arrestada en las últimas horas por dos cargos de abuso infantil una por infligir lesiones físicas graves de manera intencional y poner en peligro a un niño, en este caso su propio hijo.
Se trata de la hondureña Reyna Elizabeth Flores Rosales, de 31 años, quien está recluida en la cárcel del condado de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, informan este jueves medios estadounidenses.
El menor de apenas siete años fue encontrado sin pulso y sin respirar en el piso de una casa de habitación hasta donde se apersonaron paramédicos locales.
Un oficial de policía notó que el niño tenía quemaduras, cortes y «heridas profundas» en todo el cuerpo.
“La víctima estaba mojada y extremadamente fría. Se inició la RCP y la víctima fue transportada al Hospital Alta View antes de ser trasladada en helicóptero a la Primaria para Niños. Se realizó una tomografía computarizada y se reveló un traumatismo craneal significativo «, establece una declaración de causa probable.
Los médicos le dijeron a la Policía que las lesiones en la cabeza del niño parecen ser de un incidente y definitivamente no fueron accidentales.
El niño permanece en el hospital en estado crítico, confirmó la Policía de Sandy, localidad donde ocurrieron los hechos.
No obstante, este día, familiares de la madre hondureña confirmaron que el menor perdió la vida a causa de los golpes.
De acuerdo con familiares de Flores Rosales, ella es originaria de la aldea El Higuerito, Cedros, Francisco Morazán.
Ahora los familiares claman por la repatriación del cuerpo del infante que respondía al nombre de Norlyn Cruz Flores.
Nora Flores, abuela del infante indicó al canal de televisión HCH que el menor permaneció un tiempo con ella, pero hace dos años él viajó con a Estados Unidos para reunirse con su madre.
Relató que recibió una llamada de su hija quien le indicó que el menor se cayó en el baño y fue ella quien llamó a los paramédicos.
Comentó que actualmente otra hija de la acusada se encuentra con ella en Honduras, aunque esta cuenta con nacionalidad estadounidense.
“Esta es su casa y yo soy su abuela, solo quiero que él regrese a casa y pido que nadie juzgue a mi hija”, puntualizó.