Tegucigalpa – El arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher Tatay, que hoy visitó la sala de redacción de Proceso Digital y su web especializada en temas migratorios, Departamento 19, recordó a los migrantes hondureños que aunque estén lejos la Iglesia ora por ellos.
– En la tradición católica, el Jubileo consiste en que durante un año se conceden indulgencias a los fieles que cumplen con ciertas disposiciones eclesiales establecidas por el Vaticano.
– Actualmente la Iglesia Católica celebra un Año Jubilar cada 25 años, aunque el Papa también puede declarar un año jubilar extraordinario “extra”, como lo hizo en el año 2016, denominado “Jubileo de la Misericordia”
– Una indulgencia es “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa” (Canon 922).
“Aprovecho para enviar un gran saludo, sepan todos los que están lejos de nuestra patria que oramos por ellos y que los tenemos muy en cuentas. Tal vez estén lejos geográficamente pero están cerca de nuestros corazones”, señaló el también presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH)
El arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa reflexionó sobre el Año jubilar 2025 y dijo que se trata de una gracia universal, por lo que, los migrantes también pueden ser partícipes desde cualquier lugar en el que se encuentren.
Explicó que el Año Jubilar es un tiempo especial para renovar una bien fundamentada relación con Dios, con el prójimo y con toda la creación.
El Santo Padre (papa Francisco) ha anunciado que el 2025 es un Año de Jubileo o Año Jubilar, algo que ocurre cada 25 años. El tema de este Jubileo 2025 es “Peregrinos de esperanza”, pues será un año de esperanza para todo el mundo, señaló.
El primer jubileo fue declarado por el Papa Bonifacio VIII el 22 de febrero de 1300 (Fiesta de la Cátedra de San Pedro), con el fin de marcar el comienzo de ese siglo. Más tarde, recomendó que cada cien años se celebrara un año santo, ahora se hace cada 25 años y Honduras lo tuvimos en el año 2000, rememoró.
El Año Jubilar ofrece a los fieles oportunidades de participar en diversos eventos jubilares en el Vaticano y en sus propias diócesis. La gran tradición de abrir la Puerta Santa se realizó el pasado 29 de diciembre, dijo.
Detalló que en la arquidiócesis de Tegucigalpa los feligreses pueden peregrinar a los templos de la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel y Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa.
Peregrinar, orar por las intenciones del papa Francisco, confesarse, tener actos de caridad con los pobres y cruzar una de las puertas santas, pueden hacer ganar la indulgencia plenaria, un beneficio que si bien está disponible todo el tiempo, tiene mayor relevancia durante el Año Jubilar.
Conectado con la tradición de la peregrinación, otro símbolo clave del Jubileo es la puerta santa, que nos recuerda las palabras de Jesús en el Evangelio de Juan: “Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento” (Jn 10,9).
En ese orden exhortó a peregrinar a las puertas santas, sin embargo, dijo que no hay problema en peregrinar a cualquier templo católico cercano, se trata de estar en comunión como iglesia y con las intenciones del vicario de Cristo en la Tierra, el Santo Padre.
Más de medio millón de personas han cruzado la Puerta Santa de la basílica de San Pedro del Vaticano, sólo dos semanas después de su apertura por el papa Francisco en el acto solemne que dio inicio al Jubileo.
En Honduras también se puede peregrinar a diferentes templos también denominados como puertas santas. El año jubilar cerrará el 06 de enero de 2026.
