Fotografía cedida por la Fuerza Aérea estadounidense que muestra a varios soldado estadounidenses mientras instalan concertinas en la frontera entre Estados Unidos y México en la frontera delimitada por el río Grande en Anzalduas, Texas (Estados Unidos). EFE/ Daniel Hernandez /FUERZA AÉREA ESTADOUNIDENSE

Washington – El Departamento de Defensa informó hoy de que ya son más de 5.600 los militares presentes en la frontera sur y reiteró que calcula desplegar a unos 7.000 soldados en la zona durante las próximas semanas para evitar la entrada de dos caravanas de inmigrantes procedentes de México.

«En estos momentos hay más de 5.600 militares desplegados en apoyo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés)», señaló el Pentágono en un comunicado divulgado este jueves.

Estas tropas se encuentran repartidas entre California (1.300 militares), Arizona (1.500) Y Texas (2.800).

El Departamento de Defensa insistió, además, en que en total espera enviar a unos 7.000 soldados al área para ayudar a las autoridades fronterizas a evitar las caravanas de migrantes que en estos momentos recorren México en dirección al país.

La semana pasada, el Gobierno del presidente Donald Trump anunció su intención de enviar a 5.239 militares a la frontera, una cifra que con el paso de los días fue matizada por el propio mandatario, quien no descartó que la cifra final de militares desplegados alcance los 15.000.

La misión del Ejército es colaborar con la CBP en tareas de tratamiento médico y de transporte, así como en la construcción de alojamientos temporales para las tropas y los agentes fronterizos.

Según explicaron esta semana fuentes del Pentágono, los militares no participarán en labores de control aduanero y tan solo los miembros de la Policía Militar portarán armas durante la misión.

La operación fue bautizada inicialmente como Patriota Fiel, pero el Departamento de Defensa informó este miércoles de que había decidido despojar a la misión de su nombre.

Según varios medios, esta medida responde a una decisión del secretario de Defensa, James Mattis, quien considera que al tratarse de una operación dirigida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no resulta apropiado que el Pentágono le ponga un nombre, tal y como suele hacer con todas sus misiones.