Ciudad del Vaticano – Un total de 13 misioneros católicos -8 sacerdotes y 5 laicos- han sido asesinados en el mundo en 2024, entre ellos 5 en América Latina, y un español, según los datos verificados por la Agencia para las Obras Pontificias Misioneras (Fides).
En un informe divulgado este lunes, Fides revela que el español Juan Antonio Llorente, fraile franciscano del monasterio de Gilet (Valencia) fue uno de los asesinados, al igual que los sacerdotes Ramón Arturo Montejo Peinado, de Colombia; Yaundé Marcelo Pérez, de México, y Fabián Enrique Arcos Sevilla, de Ecuador.
También los laicos Juan Antonio López, de Honduras, y el brasileño Gilet Steve Maguerith Chaves do Nascimento, mientras que otros 6 fueron asesinados en África y otro en Polonia, el segundo en Europa.
«Como muestran los datos verificados sobre sus biografías y las circunstancias de sus muertes, los misioneros y agentes de pastoral asesinados no estaban en el centro de atención por obras o compromisos llamativos, sino que trabajaban para dar testimonio de su fe en la vida cotidiana, no sólo en contextos marcados por la violencia», explica Fides.
Ese es el caso de Juan Antonio Llorente, fraile franciscano de la Inmaculada Concepción, quien perdió la vida de manera violenta después de que el pasado 9 de noviembre, un hombre armado con un palo y una botella de cristal entrase en el monasterio gritando «Yo soy Jesucristo» y comenzase a golpear a los que encontró a su paso.
«Varios de los franciscanos resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Valencia. Tras dos días de tratamiento, el padre Juan, de 76 años, murió debido a los graves golpes recibidos en la cabeza», se explica en el documento.
En Colombia, el 4 de junio, Don Ramón Arturo Montejo Peinado, párroco de la iglesia San José en Buenavista, fue asesinado durante un atraco. La policía colombiana informó haber capturado a los presuntos autores del crimen, dos ciudadanos de nacionalidad venezolana.
En Ecuador, el padre Fabián Enrique Arcos Sevilla, un sacerdote diocesano de 53 años, fue encontrado muerto el 3 de noviembre, cuatro días después de su desaparición, en la provincia de Cotopaxi, cerca de un vertedero. Según las autoridades, el móvil del asesinato fue el robo.
El 14 de septiembre, Juan Antonio López, de 46 años, casado y padre de dos hijas, fue asesinado a tiros mientras se encontraba en su coche tras participar en una celebración eucarística en la colonia Fabio Ochoa, en el municipio hondureño de Tocoa.
López, coordinador de la pastoral social de la diócesis de Trujillo, miembro fundador de la pastoral ecológica integral de Honduras y concejal de Tocoa, era reconocido por su firme compromiso con la justicia social.
El crimen ocurrió pocas horas después de que, en una rueda de prensa, López y otros líderes comunitarios denunciaran presuntos vínculos entre miembros de la administración municipal de Tocoa y el crimen organizado.
El padre mexicano Marcelo Pérez Pérez, sacerdote indígena y párroco del barrio Cuxtitali, en San Cristóbal de las Casas, fue asesinado el 20 de octubre, cuando regresaba de celebrar misa, por dos sicarios en moto, la misma manera en la que fue asesinado en Brasil, el 8 de diciembre, Steve Maguerith Chaves do Nascimento, de 43 años, casado y padre de una niña de 6 años, que colaboraba activamente en la parroquia de Nossa Senhora da Cabeça,
Entre los años 2000 y 2024, el número total de misioneros y agentes de pastoral asesinados asciende a 608, concluye Fides.