Afectados por el sismo reciben ayuda sábado en la Escuela Vocacional de Ponce, uno de los refugios que alberga a la gente de varios municipios del sur de la isla que no quieren estar en sus hogares después del terremoto de 6.4 de magnitud del 7 de enero del que no han cesados sus réplicas. EFE/Thais Llorca

San Juan – La cifra de refugiados en Puerto Rico a causa de los temblores sísmicos continúa aumentando y roza ya los 5.000 mientras las autoridades organizan campamentos base para ofrecer mejor atención a los ciudadanos, muchos de los cuales desalojaron sus casas por los daños sufridos.

El secretario de Estado de Puerto Rico, Elmer Román, ofreció este lunes una conferencia de prensa de actualización sobre la crisis en la que informó de que hay ya un total 4.994 personas ubicadas en 28 refugios repartidos en 14 municipios del suroeste de la isla.

Román detalló que ahora la principal tarea consiste en canalizar a esos refugiados -actualmente en escuelas y polideportivos- hacia los cinco campamentos base que agencias gubernamentales y la Guardia Nacional, un cuerpo paramilitar de EE.UU. con presencia en la isla, preparan para ofrecer una mejor atención a los damnificados.

El funcionario descartó que, al menos de momento, estas personas se vayan a trasladar a otras áreas de la isla como la capital, San Juan, para su atención, a no ser que se trate de casos particulares que requiriesen un tratamiento médico especializado.

Kit Miyamoto, comisionado de Seguridad del estado de California, quien viajó a Puerto Rico para ayudar en la crisis, dijo que mantener a los refugiados en el área sur es la mejor medida que puede tomarse.

En cuanto al número de refugiados, que crece día a día, Román matizó que está formado por personas que perdieron sus casas, los que vieron cómo sus hogares fueron dañados y están en situación de posible colapso y, finalmente, también un colectivo -probablemente importante- de gente que teme el derrumbe de sus casas aunque quedaran intactas tras los sismos.

El hecho de que la actividad sísmica no ceda hace que los refugiados vayan aumentando respecto al pasado martes día 7, la fecha en la que se desencadenó la crisis de forma más aguda al registrarse un sismo de magnitud 6,4 que se saldó con un muerto y la cifra inicial de 2.000 refugiados que se mantuvo durante los primeros días.

El Gobierno, según Román, mantiene la situación bajo control y está preparado para lo que pueda suceder, ya que los expertos han advertido que la actividad sísmica continuará hasta el próximo fin de semana, cuando se espera que, finalmente, se retome la normalidad.

El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) dio a conocer hoy que hay un 8 % de posibilidades de que durante los próximos 7 días se registre un terremoto de magnitud 6, aunque de que llegue a intensidad 8 es muy remoto o prácticamente descartable.

Las réplicas de magnitud 3 y 4 se seguirán registrando durante los próximos días, al menos hasta el fin de semana.

Esa esperada continuidad de la actividad sísmica es la que hace que en vez de reducirse se incremente el número de refugiados, que durante todo el fin de semana recibieron la visita de organizaciones humanitarias y estrellas de la música, lo que provocó problemas de circulación en algunas áreas del suroeste.

Las cifras sobre viviendas afectadas no se han hecho públicas todavía, aunque de forma extraoficial se calcula que hay daños, al menos, en 3.000 viviendas desalojadas por colapso o riesgo de derrumbe.

La cifra es muy preliminar, ya que responsables de algunos municipios afectados aseguran que únicamente en sus territorios se supera esa cifra.

El Gobierno desembolsó este fin de semana a cada uno de los municipios impactados 2 millones de dólares del Fondo de Reservas para Emergencias para hacer frente a las necesidades más inmediatas.

En cuanto a las cifras de daños tampoco hay acuerdo, ya que la gobernadora mantiene, de momento, la de 110 millones de dólares, mientras que los municipios más afectados hablan de cifras que para el conjunto del suroeste superaría los 400 millones de dólares.

A esa cantidad habría que sumar los daños registrados en la central de generación de Costa Sur de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que alcanzarían los 50 millones de dólares.

Además, hay muchos millones de dólares más derivados de la pérdida de producción en comercio y manufactura tras el apagón generalizado en el sistema eléctrico del pasado 7 de enero.

Román detalló que se han inspeccionado ya 388 escuelas por parte de ingenieros estructurales, el 45 % del total, y que se espera completar todas ante de la vuelta a la clases tras el parón navideño que se retrasó hasta el día 22.

Respecto a la recuperación del sistema eléctrico, la situación va en buena dirección, ya que según los últimos datos de la Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) un 99 % de los abonados recuperó el servicio.

Solamente falta por restablecerse el servicio en los municipios afectados más directamente por los temblores.

En cuanto al servicio del agua, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AEE) informó que el 97 % de los abonados ya han recuperado la normalidad, mientras que el resto son atendidos con camiones cisterna.

Fue informado además de que 300 agentes de Policía provenientes de Estados Unidos reforzarán las tareas de los cuerpos de seguridad locales en los municipios afectados.