Washington – Los latinos, afroamericanos, nativos americanos y adultos mayores experimentaron incrementos en las muertes inducidas por drogas entre 2017 y 2018, y la pandemia de COVID-19 ha aumentado las presiones de salud y económicas en las minorías de color, según un informe divulgado este jueves por Trust for America’s Health.
«Los datos son un llamado de atención», señaló John Auerbach, presidente de la organización, que se enfoca en temas de política de salud en Estados Unidos.
«Sabemos qué es eficaz para encarar las muertes por desesperanza, pero el progreso ha sido dispar y las tasas de muertes siguen subiendo, y las comunidades de color experimentan los incrementos más altos en muertes inducidas por drogas y el alcohol», añadió.
Según el informe, en 2018 aumentaron entre los indígenas, los afroamericanos, los latinos y la población con ancestros asiáticos las muertes por opioides sintéticos, cocaína y otros psicoestimulantes, especialmente en el oeste y entre los adultos de más edad.
Ese mismo año disminuyeron las muertes entre los blancos por sobredosis de opioides naturales o sintéticos, especialmente en el Medio Oeste y entre los adultos jóvenes de 18 a 34 años de edad.
En 2018 más de 150.000 personas murieron en Estados Unidos debido al alcohol, las drogas y los suicidios, y la tasa de muertes ese año -46,4 personas por cada 100.000- fue levemente menor que la del año anterior (46,6/100.000).
«Esta fue la primera vez desde 1999 cuando no hubo un incremento anual en la cifra combinada y la primera vez en muchos años en que no hubo un incremento notable», apuntó el informe.
«Sin embargo, la estabilización en las muertes por alcohol, drogas y suicidios no fue uniforme», agregó. «Algunas regiones y grupos de población tuvieron tendencias positivas o estables, muchas tuvieron una disminución en la magnitud de los incrementos, y otras continuaron aumentando rápidamente».
La tasa de muertes por suicidio entre la población general del país en 2018 fue de 15 por cada 100.000 habitantes, pero llegó a 24 entre los hombres y 17 entre los blancos, mientras que fue de alrededor de 7/100.000 entre los afroamericanos y los latinos.
Entre 2008 y 2018, según el informe, la tasa general de suicidios aumentó 27 %, pero creció 48 % entre los latinos y 38 % entre los negros y los nativos americanos.
En el caso de las muertes por alcoholismo, la tasa general en 2018 fue de 12/100.000, con 30/100.000 entre los indígenas y 13 % entre los blancos. Por comparación esas tasas fueron de 8/100.000 entre los hispanos y de 7/100.000 entre los negros
En la década entre 2008 y 2018, las muertes por alcoholismo entre la población en general aumentaron 43 %, y subieron 48 % entre los blancos, 30 % entre los latinos y 26 % entre los afroamericanos.
«La reducción en ciertas muertes por opioides indican que las políticas y programas enfocados en la epidemia de opioides pueden estar dando resultados en ciertos grupos de población, pero el progreso es dispar y muchos grupos étnicos y raciales no ven el mismo avance que los blancos», según el informe.
«El país debería poner la misma atención en el problema más amplio de las sobredosis de drogas y las poblaciones en riesgo creciente, especialmente negros, latinos e indígenas», agregó. «Las ramificaciones de la pandemia de COVID-19 sobre la salud mental, el uso de substancias, el suicidio y el bienestar general también aumentarán, probablemente, la necesidad de expandir los programas existentes y de desarrollar otros nuevos».