Sídney (Australia) – El Gobierno de Australia anunció este martes que propondrá limitar a 270.000 la matriculación anual de nuevos alumnos extranjeros que estudien en el país desde 2025, una medida que podría impactar en este sector clave de la economía australiana y en el contexto de una crisis de la vivienda.
El ministro australiano de Educación, Jason Clare, indicó que esta propuesta, que deberá ser aprobada por el Parlamento -donde el gobierno laborista cuenta con amplia mayoría-, está encaminada a «fortalecer la integridad y sostenibilidad del sector».
El número máximo se dividiría entre 145.000 estudiantes en Universidades con fondos públicos y 95.000 para institutos de formación profesional, mientras que los 30.000 restantes se dividirán entre otras universidades y centros educativos, detalló el ministro en un comunicado.
El proyecto, que el Ejecutivo avanzó en mayo, llega tras la aplicación desde 2023 de una serie de medidas para dificultar la llegada de estudiantes foráneos como el endurecimiento del requisito de nivel de idioma y un incremento en la tarifa para sus visados.
«Hoy hay alrededor del 10 por ciento más de estudiantes internacionales en nuestras universidades que antes de la pandemia y alrededor del 50 por ciento más en nuestros proveedores privados de formación profesional», apuntó Clare en una rueda de prensa.
El sector de la educación, que emplea a 250.000 personas, es el cuarto de mayor importancia de la nación austral y sufrió un duro revés durante la pandemia de la covid-19 por el estricto cierre de fronteras.
En 2023, este sector generó una cifra récord de ingresos a la economía del país unos 31.323 millones de dólares (28.656 millones de euros) en matrículas, bienes y servicios, según datos oficiales.
El ‘Go8’, el organismo que representa a las 8 universidades más importantes de Australia, estimó en mayo que la imposición de un tope en la inscripción de nuevos estudiantes generará una pérdidas de 3.476 millones de dólares (3.178 millones de euros) en producción económica y de más de 22.500 empleos.
Alrededor de 811.000 estudiantes extranjeros se habían matriculado entre enero y mayo de 2024 en las universidades y otras instituciones educativas en Australia, de los cuales más de 289.000 son nuevos alumnos.
Por otro lado, diferentes encuestas muestran en la creciente preocupación de los votantes -a un año de celebrar elecciones parlamentarias- sobre la afluencia de estudiantes y su impacto en el aumento de los precios de la vivienda.
El conservador Instituto de Asuntos Públicos apuntó en un informe de julio de 2023 que Australia tendrá una escasez de 252.800 viviendas para el 2028, al vincular la crisis a la inmigración, especialmente de aquellos con visados de estudiante.
En respuesta, el Consejo de Alojamiento de Estudiantes señaló en un informe publicado en abril que la crisis de la vivienda en Australia tiene que ver con el surgimiento de hogares pequeños y unipersonales, la migración interna y la tendencia a reconvertir los segundos dormitorios en oficinas domésticas.