San José – Las autoridades de Costa Rica trasladaron este sábado hacia un albergue cercano a la frontera con Nicaragua (norte), a una caravana de 97 migrantes haitianos que se negó a permanecer en otro albergue en el sur del país y que pretende continuar su ruta hacia Estados Unidos pese a que las fronteras de Centroamérica están cerradas por la pandemia.

Estos migrantes salieron a pie hace una semana del Centro de Atención Temporal de Migrantes (CATEM) del sur, a pocos kilómetros de la frontera con Panamá, y tras caminar unos 80 kilómetros fueron acogidos por la comunidad de Palmar Norte, donde permanecieron desde el pasado domingo y hasta este sábado en un albergue habilitado por voluntarios del pueblo.

Las autoridades prometieron dar a estos migrantes un documento migratorio temporal que les permite transitar por el país y eventualmente trabajar, y hecho este trámite los haitianos aceptaron ser trasladados en autobuses este sábado hacia el CATEM del norte, en la localidad de La Cruz, Guanacaste, a unos 20 kilómetros de la frontera con Nicaragua.

El subdirector de Migración, Daguer Hernández, dijo en un vídeo enviado a los medios de comunicación que de esta forma los 97 haitianos, la tercer parte de ellos niños, «vuelven a integrarse dentro del programa del Centro de Atención Temporal de Migrantes (CATEM)».

El funcionario agradeció a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) por facilitar los autobuses para el traslado de los haitianos, así como a la comunidad de Palmar Norte por brindarle la asistencia humanitaria a estas personas durante casi una semana.

En una visita a Palmar Norte esta semana, los migrantes relataron a Efe que la mayoría de ellos salió de Chile en diciembre pasado y que en marzo quedaron varados en Costa Rica debido al cierre de fronteras.

Afirmaron que no le piden ayuda al Gobierno costarricense y que lo único que quieren es que se les permita continuar su ruta por Centroamérica con destino a Estados Unidos, pues no soportan más tiempo varados.

A pesar de que las fronteras de la región se encuentran cerradas para el paso de extranjeros, este grupo de haitianos cree que si presentan una prueba negativa del COVID-19 tienen posibilidades de que los países les dejen avanzar.

En Costa Rica hay cerca de 300 haitianos varados en los CATEM del sur y del norte, quienes son parte de un grupo más grande que se encuentra en Panamá.

Estos flujos importantes de haitianos se comenzaron a incrementar e Centroamérica desde el 2016 y desde entonces Costa Rica tiene en funcionamiento los dos albergues en el sur y en el norte del país.

En esos flujos también suelen haber cubanos y africanos.

En marzo pasado Costa Rica y Panamá tenían un acuerdo para el paso ordenado de unos 2,000 haitianos, pero el plan fue suspendido por la pandemia de la COVID-19.