Vista de Ocean Drive, la calle más turística, totalmente vacía debido al coronavirus en Miami Beach, Florida. EFE/Ivonne Malaver

Miami – Los residentes de la ciudad de Miami tienen desde este miércoles orden de permanecer en sus casas para prevenir contagios de coronavirus, aunque pueden salir a comprar alimentos y productos de primera necesidad, a hacer ejercicio e ir al trabajo con ciertas limitaciones.

El administrador municipal, Arthur Noriega, emitió una orden municipal en la noche del martes dando instrucciones en ese sentido, algo que ya había adelantado el alcalde, Francis Suárez, quien está enfermo de coronavirus y aislado en su domicilio desde hace semanas.

«Espero que la gente acate el mensaje de quedarse en casa», dijo Suárez en un vídeo transmitido anoche desde su reclusión.

La orden dictada por Noriega contrasta con la política del alcalde del condado de Miami Dade, Carlos Giménez, quien ha tomado medidas para evitar la concentración de personas, pero no ha ordenado que la población se quede en casa, pero es similar a la decisión tomada por el alcalde de la vecina Miami Beach, Dan Galber.

Miami, con unos 460.000 habitantes, es la mayor de las ciudades del condado de Miami-Dade, al que pertenece también Miami Beach, entre otras urbes.

Giménez prohibió en las últimas horas las concentraciones de más de diez personas y hace días ordenó el cierre de comercios no esenciales, parques, marinas y rampas de botes.

Los restaurantes y bares no pueden servir al público en el local, pero sí enviar comida o bebida a domicilio y entregarlas a personas que vayan a buscarlas al establecimiento.

La movilidad no está restringida en el condado, pero sí en Miami, algo difícil de controlar pues las ciudades de Miami-Dade forman un continuo.

Según los últimos datos del Departamento de Salud en Florida, publicados este martes por la tarde, de los 1.467 casos confirmados de coronavirus en el estado, 367 corresponden a Miami-Dade, el condado más afectado, seguido de su vecino Broward, con 312.