Tapachula (México) – Autoridades mexicanas del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional desintegraron este viernes dos caravanas de migrantes que buscaban llegar a San Pedro Tapanatepec, en el estado de Oaxaca, lo que dejó como saldo más de 300 extranjeros asegurados y varios agentes migratorios heridos.
Las fuerzas federales realizaron el primer aseguramiento a unos 2 kilómetros de la aduana de Cerro Gordo en Huixtla, cerca de la frontera de México con Guatemala, donde algunos optaron por entregarse de manera voluntaria y hubo un total de 120 detenidos.
Otros migrantes lanzaron piedras y agredieron a dos agentes.
Después, un segundo operativo por parte del INM y de la Guardia Nacional, en el parque de Pijijiapan, localidad que está a la mitad de la frontera del estado de Chiapas con Guatemala y del límite con Oaxaca, terminó con 180 migrantes asegurados.
En este punto, los migrantes confrontaron con piedras y palos a los elementos del INM y destruyeron un vehículo, lo que dejó tres agentes lesionados.
Estas caravanas de migrantes ingresaron a través del río Suchiate, que divide a México y Guatemala, y llegaron a Tapachula para armar grupos de caminantes rumbo a Estados Unidos.
La desesperación de los migrantes de Venezuela ha subido tras el anuncio hace un mes de Estados Unidos de deportar de manera inmediata a los venezolanos que lleguen por tierra por la expansión del Título 42.
Sin embargo, en los últimos días ha escalado la confrontación de migrantes venezolanos, colombianos, haitianos, peruanos y africanos con las autoridades.
Tan solo en los últimos dos meses se reportan 15 agentes del INM lesionados, la mayoría descalabrados por piedras o palos.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2,76 millones de indocumentados, una cifra que incluye incrementos sustanciales en las capturas de cubanos y venezolanos.