Los Ángeles – Dos «soñadoras» viajaron a México para regularizar su estatus migratorio, pero se encontraron con la negativa y un castigo de 10 años de destierro. Los esfuerzos para que puedan regresar a EE.UU. han sido infructuosos y ahora activistas urgen a estos inmigrantes a tomar “decisiones bien informadas” antes de salir del país.
“Cuando se trata de procesos de inmigración hay que consultar al menos con tres abogados especializados, e informarse de los riesgos del proceso”, dijo a Efe Karina Ruiz, directora de Arizona Dream Act Coalition.
Añade que los inmigrantes, así estén amparados por programas de protección, deben tomar “decisiones bien informadas” cuando están tratando de regularizar su estatus o «pueden terminar viviendo una pesadilla lejos de su hogar”.
La advertencia se da tras los dos recientes casos de las jóvenes Karumi Durán y Ana Rafael Cruz, amparadas por el programa de Acción Diferida (DACA) y que salieron a México para regularizar su estatus por estar casadas con ciudadanos estadounidenses, pero sus solicitudes fueron rechazadas por las autoridades del Departamento de Estado.
Además las mexicanas fueron castigadas por 10 años, tiempo en el que no podrán regresar a Estados Unidos por haber ingresado de forma indocumentada al país anteriormente.
UNA SEPARACIÓN QUE SE HACE ETERNA
Al periplo migratorio que están viviendo estas jóvenes se suma el hecho de que los esfuerzos por regresarlas no han dado frutos.
Ni siquiera la intervención de congresistas ha servido para poder hacer que se les otorgue un permiso humanitario de entrada al país.
Los senadores de Massachusetts Ed Markey y Elizabeth Warren y la representante Lori Trahan han luchado por traer de regreso a Rafael Cruz, quien llegó al país de la mano de su mamá cuando tenía 7 años.
En el caso de Durán, los congresistas por Texas Pete Sessions y Silvia García han hecho sendas solicitudes al Gobierno del presidente, Joe Biden, para que permita a la joven regresar al país y reunirse con su bebé de nueve meses y su esposo, que se quedaron en el país.
Jéssica Domínguez, actual abogada de Durán, explicó que recientemente el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) negó un permiso humanitario de emergencia («parole») para que la joven mexicana pudiera regresar al país.
“No consideran que la separación que sufrió esta familia sea una emergencia”, criticó la jurista.
Desde Ciudad de México, Durán dijo a Efe que estos han sido los días más dolorosos de su vida al tener que estar separada de su familia y explica que por el momento no puede llevar a su pequeña a México porque no cuenta con los recursos para garantizar su bienestar en ese país.
“Son tiempos muy tristes, esto es una pesadilla”, enfatizó Durán.
Una situación parecida está viviendo Rafael Cruz, quién se quedó estancada en México este mayo cuando en el consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez le negaron su solicitud de residencia permanente por estar casada con un ciudadano estadounidense.
«No voy a mentir, pero a veces me siento desesperada, asustada y sola», indicó la «soñadora» en un mensaje en su página de Facebook, donde pide a los beneficiarios de DACA como ella que busquen una segunda opinión si se les recomienda regresar a su país de origen para solicitar su visa.
En este sentido Ruiz recomienda que los «soñadores» deben preguntar a los abogados por el “porcentaje de éxito” que se tiene en casos similares.
Roberto Reyes, esposo de Durán y quien realizó la solicitud para su esposa por ser ciudadano estadounidense, reconoció a Efe que sólo consultaron un abogado de inmigración, pero aseguró que el jurista nunca les dijo que podían enfrentar un escenario sin salidas como el que están viviendo.
Ruiz añadió que todos los casos de los amparados por DACA son diferentes y que en los “detalles” están las opciones para regularizar el estatus, especialmente cuando se tienen órdenes de deportación que quedaron suspendidas por el beneficio, o cuando los jóvenes solicitaron el amparo migratorio siendo menores de edad, entre otros.
Entre la lista de preocupaciones de Durán y Rafael Cruz también está el hecho de que puedan perder el amparo de DACA.
Pero ese es un problema que se resolverá después porque lo “más importante actualmente es regresarlas al lugar que ellas consideran su hogar y donde sus familias las esperan”, indicó Domínguez.
La jurista hizo nuevamente un llamado al gobierno Biden y al secretario de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, para que permitan que estas jóvenes regresen al país.