Dacca.- Un segundo grupo de unos mil refugiados rohinyá fue enviado este lunes a una isla remota bangladesí pese a las críticas de los organismos internacionales sobre la opacidad del proceso y las denuncias por supuestos traslados forzosos.

«Nuestra gente está trabajando en el sitio para la reubicación», dijo a Efe el secretario del Ministerio de Gestión de Desastres y Socorro, Mohammad Mohsin, confirmando la segunda fase del plan que prevé reubicar a 100.000 refugiados en la isla de Bhasan Char.

En esta segunda fase, aproximadamente mil rohinyás abandonaron esta mañana en 21 autobuses el campamento de transición en Ukhiya, en el distrito suroriental de Cox’s Bazar, hacia la ciudad portuaria de Chattogram, escoltados por la policía y una ambulancia, según informó el periódico local «New Age».

En la primera fase, el pasado 4 de diciembre, las autoridades de Bangladesh reubicaron a más de 1.600 refugiados en la isla.

El Gobierno de Bangladesh ha defendido la reubicación como una necesidad imperativa para descongestionar los campamentos superpoblados en el sureste del país, a los que llegaron unos 738.000 rohinyás tras el estallido en agosto de 2017 de una campaña de persecución y violencia por parte del ejército de la vecina Birmania, que la ONU calificó de ejemplo de limpieza étnica y un posible genocidio, algo que investigan las cortes internacionales.

Pero grupos de defensa de los derechos humanos como Human Rights Watch (HRW) han instado a detener el proceso debido a las condiciones de esta isla deshabitada que suele inundarse durante el monzón, y por la falta de transparencia del proceso.

«Las acusaciones de la comunidad sobre incentivos en efectivo que se ofrecen a las familias rohinyá para que se reubiquen en Bhasan Char, así como el uso de tácticas de intimidación, hacen que el proceso de reubicación sea cuestionable», dijo en un comunicado el activista Saad Hammadi, miembro de Amnistía Internacional para el Sur de Asia.

Bangladesh anunció en 2017 por primera vez su intención de reubicar a unos 100.000 rohinyás a la isla de Bhasan Char, de unos 40 kilómetros cuadrados y situada en la Bahía de Bengala, aunque detuvo temporalmente el plan por las dudas de Naciones Unidas.

La ONU, que ha demandado la necesidad de que el proceso de traslados sea voluntario, ha negado su participación en los preparativos para este movimiento, y ha dicho que tiene información «limitada» sobre el plan.