Dacca – Las autoridades de Bangladesh comenzaron este miércoles el traslado de otros 4.000 rohinyás a una isla remota en la bahía de Bengala, que se sumarán a otros 13.000 refugiados en lo que supone la sexta fase de un controvertido proceso para descongestionar los masificados campamentos en el sureste del país.
«Estamos trasladando a 4.000 refugiados a (la isla de) Bhasan Char en esta fase. Algunos, 2.500 de ellos, ya abandonaron su campamento el martes. El resto saldrá hoy de (los campamentos en) Cox’s Bazar», dijo a Efe el comisionado de Ayuda para los Refugiados y Repatriación de Bangladesh, Shah Rezwan Hayat.
Todas las personas reubicadas, aclaró el comisionado, se habían inscrito antes del masivo incendio que se produjo en uno de los campamentos la semana pasada, que dejó al menos quince muertos y 10.000 chozas destruidas y afectó a más de 45.000 refugiados.
Los afectados por el incendio tomarán voluntariamente la decisión de trasladarse o no a Bhasan Char, anotó Hayat.
Las autoridades de Bangladesh comenzaron a trasladar a los refugiados el pasado mes de diciembre, desafiando a los grupos de derechos humanos internacionales que expresaron su preocupación por las condiciones en la isla previamente deshabitada, propensa a inundaciones monzónicas y ciclones.
Los funcionarios han defendido, sin embargo, que esta medida es crucial para la descongestión de los campamentos superpoblados en Cox’s Bazar y que además la isla cuenta con mejores viviendas, hospitales o escuelas que los disponibles en los campos.
LA ISLA
Bangladesh anunció en 2017 por primera vez su intención de reubicar a unos 100.000 rohinyás en la isla de Bhasan Char, de unos 40 kilómetros cuadrados y situada en la Bahía de Bengala, aunque detuvo temporalmente el plan por las dudas de Naciones Unidas.
Una delegación de dieciocho expertos de la ONU completó el pasado 20 de marzo su primera visita a Bhasan Char.
Durante la visita, facilitada y acompañada por funcionarios de Bangladesh, el equipo de la ONU evaluó las necesidades de los refugiados rohinyá que viven en la isla, explicó la portavoz de ACNUR en Cox’s Bazar, Louise Donovan.
«Naciones Unidas agradece al Gobierno de Bangladesh haber facilitado la visita y espera continuar con el diálogo», dijo a Efe Donovan.
Una delegación de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) realizó también una visita independiente a la isla tras la que pidió el apoyo internacional para mantener los servicios humanitarios para los refugiados reubicados, según un comunicado.
Unos 738.000 rohinyás llegaron a Bangladesh tras el estallido en agosto de 2017 de una campaña de persecución y violencia por parte del Ejército de la vecina Birmania, que la ONU calificó de ejemplo de limpieza étnica y un posible genocidio, crímenes de lesa humanidad que investigan los tribunales internacionales.
Ambos países han intentado en dos ocasiones desbloquear la repatriación de los miembros de esta minoría, mayormente musulmana, pero estas iniciativas han fracasado al negarse a regresar hasta que Birmania les garantice la ciudadanía y seguridad en su tierra natal.
El golpe de Estado militar en Birmania el pasado 1 de febrero ha sembrado nuevas dudas sobre el posible retorno en un futuro próximo a sus hogares en la región birmana de Rakáin.