Madrid.- Baynana, el primer medio digital fundado en España por refugiados sirios, se tambalea acuciado por la falta de financiación y la incertidumbre legal de sus creadores, cuatro periodistas que huyeron de la guerra y que desde abril de este año han convertido su portal de internet en la voz de los migrantes.

Ayham al-Ghareeb, Moussa al Jamaat, Muhammad Subat y Okba Mohamed, son el alma de Baynana («Entre nosotros» en castellano), un proyecto que informa también en árabe y que fue posible con el apoyo de la Fundación española porCausa.

«Y ahora necesita ayuda para seguir existiendo», señalan sus fundadores en una entrevista con Efe.

UN CROWDFUNDING PARA RESPIRAR

Para ayudar a la financiación, los artífices de Baynana llevaron a cabo recientemente un crowdfunding con el que lograron recaudar 36.000 euros, una cantidad que les ayudará a sacar a flote el medio por el momento, pero que tiene un tiempo de caducidad.

A los problemas económicos se suma «la incertidumbre constante» sobre la situación legal en España de los cuatro periodistas, que a pesar de estar en el país bajo el estatus de refugiados sólo han podido conseguir hasta el momento permisos de residencia temporales que deben renovar cada seis meses.

«Llevamos dos años y dos meses en España y no sabemos cuál es nuestra situación actual», aseguran a Efe.

Tampoco cuentan con visados que les permitan salir de España y viajar a otros países de Europa, como Francia o Alemania, donde tienen amigos y familiares «que no vemos desde hace varios años», reclaman.

APRENDER PERIODISMO «EN EL FANGO»

Ayham al-Ghareeb, Moussa al Jamaat, Muhammad Subat y Okba Mohamed no ejercían su profesión actual en Siria, pero aprendieron a ser periodistas «en el fango» desde 2011, cuando comenzó la guerra en su Siria natal.

Lo hicieron como personas que sufrían la guerra en su propia piel, viendo morir a su pueblo, atestiguando la decadencia de un país en el que se habían criado, el mismo que veía crecer su pasión por la información. De ahí surgió la necesidad de unirse a periodistas sirios para contar lo que otros medios no podían hacer.

Y así lo hicieron hasta que tuvieron que abandonar el país porque ya no era seguro informar desde allí: “dejamos a nuestra familia, a nuestros seres queridos, Siria. Fue una salida forzosa, pero así es la vida, así es la guerra, es muy duro. Tienes que dejar todo lo que amas atrás”, señala Subat.

Los fundadores de Baynana se conocieron en la embajada española de Ankara en Turquía. Después de dos años allí llegaron a Madrid como parte de un grupo de doce periodistas y fotógrafos: «nosotros y otros compañeros nos acogimos al Comité para la Protección de Periodistas», explica Subat.

En la capital de España hicieron de Baynana su medio de vida y un altavoz para otros refugiados y migrantes que viven en el país.

CUATRO ORDENADORES Y UNA ESPERANZA

Ayham al-Ghareeb, Moussa al Jamaat, Muhammad Subat y Okba Mohamed se asoman cada día al mundo a través de los cuatro ordenadores con los que cuentan en una habitación cedida por la Fundación porCausa, donde comparten espacio con otro tipo de organizaciones.

«Me gustaría volver a Siria. Después de diez o veinte años volveré, mi familia está allí. Quizás no para vivir, pero sí para volver a ver mi país», afirma Muhammed.

Pero la esperanza de un regreso pasa antes por mantener a flote Baynana y con ello la permanencia en España, el país que les ayudó cuando tanto lo necesitaron.