San Juan – El ministro de Exteriores de Belice, Eamon Courtenay, dijo que aceptaron como «un acto humanitario» acoger en el país a Majid Khan, un preso de Guantánamo que fue liberado tras cumplir condena por terrorismo y que denunció haber sido torturado.
Courtenay defendió que Khan, que fue trasladado ayer a Belice, «no es una amenaza para la seguridad» del país, según las declaraciones difundidas este viernes por los medios locales.
«Khan no está en Belice como detenido, es un hombre libre. No es un terrorista, se retractó por completo, aceptó la responsabilidad de su acción, pidió perdón a Alá y se ha desradicalizado», insistió ante la controversia generada en el país.
El titular de Exteriores también recordó que el pakistaní ha cooperado con las autoridades estadounidenses en la lucha contra el terrorismo, ha cumplido su condena y ha sufrido abusos y torturas.
Khan, de 42 años, fue sentenciado a diez años de prisión, que cumplió en marzo de 2022. Esa sentencia supuso una reducción de la condena que le hubiera tocado afrontar, como recompensa por su colaboración con EE.UU.
Courtenay explicó asimismo que la decisión de aceptar al pakistaní se dio después de «negociaciones prolongadas con el Gobierno de EE.UU. y un análisis cuidadoso».
Funcionarios de Belice, acompañados de la Policía, y un asesor de Seguridad Nacional visitaron la base estadounidense en Cuba para entrevistar e interrogar a Khan y realizar «su propia evaluación».
El ministro señaló que el Gobierno estadounidense está proporcionando todos los fondos para cubrir la integración de Khan en la sociedad beliceña, incluida la vivienda y los gastos básicos de manutención.
El hombre, que tenía residencial legal en EE.UU., fue un subordinado directo de Khalid Sheikh Mohammed, conocido como el «cerebro» de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en suelo estadounidense.
En un comunicado, Khan dijo ayer que siente que ha «renacido»: «He vuelto a entrar en el mundo, soy un hombre libre, comienzo una nueva vida en un nuevo país y una nueva cultura».
Según medios estadounidenses, fue capturado en Pakistán en 2003 y trasladado a varios centros de detención secretos de la CIA, donde fue sometido a duros interrogatorios y torturas.