Los muñecos de Jair Bolsonaro (d), y Michelle Bolsonaro (2d) entre otros bailan este lunes, durante el tradicional desfile de muñecos gigantes, en Olinda (Brasil). EFE

Sao Paulo – Jair Bolsonaro, Freddie Mercury, el increíble Hulk y hasta Vladimir Putin «bailaron» este lunes en el tradicional desfile de muñecos gigantes en la ciudad de Olinda, escenario de uno de los carnavales más emblemáticos e históricos de Brasil.

Bajo el compás de una orquesta de frevo, cerca de un centenar de enormes figuras, representando a cantantes, líderes políticos, futbolistas y superhéroes, resistieron la lluvia e invadieron el centro de esta turística ciudad de arquitectura colonial, situada en el estado de Pernambuco, en el nordeste del país.

Varios de ellos se estrenaron en la edición de este año, como el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, o la primera dama Michelle Bolsonaro, sobre los que hubo ciertas dudas sobre si finalmente saldrían o no a desfilar junto con el resto de «invitados».

Desde que comenzaron las fiestas para conmemorar el carnaval, hace ya algunos días, varios asistentes han lanzando proclamas contra el mandatario durante las comparsas callejeras, lo que hizo temer por la seguridad de su «muñeco» durante el paseo de este lunes.

No obstante, los organizadores confirmaron la presencia del gobernante, manteniendo la tradición de retratar al jefe de Estado que en ese momento ostenta el poder, que en el caso de Bolsonaro es desde el pasado 1 de enero.

Antes de que comenzase el desfile, los rostros de los muñecos del líder ultraderechista y de su esposa estuvieron tapados con unas mantas y escoltados por varios miembros de seguridad privada.

A Bolsonaro le acompañaron dos de sus ministros: el exjuez Sergio Moro, de Justicia; y el astronauta Marcos Pontes, titular de la cartera de Ciencia y Tecnología.

También en este 2019 debutó un poderoso Hulk enrabietado. Si el peso medio de los muñecos gigantes suele ser de 20 kilogramos, al superhéroe verde de Marvel le sumaron diez más y unos músculos de vértigo que llamaron poderosamente la atención de los cientos de turistas que acompañaron el desfile.

Le escoltaban, entre otros, el mandatario ruso, Vladimir Putin, vestido con un riguroso traje negro, y a pocos metros se vio a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que se sumó recientemente a la lista de personalidades retratadas en estas impresionantes efigies.

Por otro lado, el maestro Yoda y un tenebroso Darth Vader dieron la bienvenida a otro personaje de la saga «Star Wars»: Chewbacca, mientras que Batman y Superman vigilaban desde las alturas a los «folioes», como se conoce a los participantes en las fiestas carnavalescas de Brasil.

En el terreno musical sobresalió con su chaqueta amarilla Freddie Mercury, uno de los muñecos más veteranos, pero que este año recuperó algo de protagonismo gracias a «Bohemian Rhapsody», el biopic sobre el líder de Queen, cuyo intérprete, Rami Malek, ganó el Óscar a mejor actor.

Los muñecos gigantes de Olinda son una herencia europea que tiene su origen en las procesiones del siglo XV, cuando estos acompañaban los cortejos religiosos, un acto que Brasil adaptó y mezcló con sus propias raíces hasta el día de hoy.

El primero en salir a las calles de Olinda fue el «Homem da Meia-Noite» (Hombre de medianoche), que anima a los visitantes desde 1932 en esta gran fiesta cargada de ironía.

Olinda, destacada por ser una de las urbes coloniales mejor preservadas de Brasil. Su centro histórico fue declarado en 1982 Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco y está a unos 15 kilómetros de la capital regional, Recife.

En otros puntos de Brasil continúan las comparsas callejeras con destaque para Río de Janeiro y Sao Paulo, donde miles de personas vibran sin parar al son de la música, pese a las fuertes lluvias intermitentes.

El «bloco» Sargento Pimenta, uno de los más tradicionales de la «Ciudad Maravillosa», mezcló ritmos brasileños con clásicos de The Beatles, mientras que en la capital paulista está previsto que salgan solo hoy unas 30 comparsas.